JOAQUÍN BATISTA
Jueves, 13 de octubre 2016, 20:25
Las ayudas para los padres incluidas en el programa Xarxallibres avanzan, pero a un ritmo especialmente lento. Un mes después de iniciadas las clases decenas de miles de familias todavía no han recibido la cuantía completa prometida hace un año por el Consell. Se trata de los 200 euros que debían servir para financiar la compra de los libros del ejercicio pasado.
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Hay que recordar que se abonarían en dos fases: los primeros cien una vez presentadas las facturas de compra y la documentación necesaria y los restantes después de haber devuelto los manuales a finales del curso 2015-2016. Se trata de cuantías máximas, pues son muchos los casos en que no se alcanza el tope porque el valor del material justificado es menor, por no hablar de que hay ayuntamientos que redujeron la aportación si el beneficiario tenía alguna deuda municipal. En cuanto a la segunda parte, para conseguir los cien euros es necesario entregar al menos el 80% del lote completo.
El programa Xarxallibres consta de dos partes diferenciadas que a veces han generado confusión entre las familias. Por ejemplo, las hay que piensan que para este curso volverán a darse los doscientos euros para financiar la compra de ejemplares en aquellos casos en que se han adquirido libros nuevos, pero no es así. Las cuantías se limitaron a los manuales del curso pasado. La idea era que la ayuda sirviera para incentivar que los padres los entregaran a los centros una vez terminado el curso pasado para nutrir de fondos a los bancos de libros, que conforman la segunda pata del programa. Mediante este servicio, obligatorio en los públicos y voluntario para los concertados, debía garantizarse la gratuidad total de los manuales de este curso, una promesa que no ha llegado a cumplirse en base a las denuncias de las federaciones de Ampas y del Síndic de Greuges.
El único dinero público que se inyectará al programa será el relacionado con la reposición de los ejemplares, y en realidad, llegará a los centros participantes, que serán los encargados de comprar en función de sus necesidades. Para este ejercicio se han presupuestado 28,9 millones para estos menesteres. Para el siguiente habrá que contemplar una reserva de crédito con la misma finalidad ya que los manuales se deterioran con el uso y los de 1º y 2º de Primaria no se pueden reutilizar y deben adquirirse todos los años.
Los pagos de las ayudas son competencia de los consistorios, pilar fundamental del programa si se tiene en cuenta que además de aportar un tercio de la financiación total han tenido que soportar gran parte de la carga administrativa con sus propios recursos. Del sondeo realizado por LAS PROVINCIAS entre grandes ciudades valencianas se desprende que la mayoría aún no han comenzado a pagar la segunda fase, si bien casi todas advierten de que los abonos arrancarán en semanas. De las consultadas, sólo Elche, Gandia y Benidorm lo han hecho.
En cuanto a la primera, desde la Concejalía de Educación explicaron que las familias empezaron a recibir los cien euros en agosto y que a mediados de este mes ya habrán llegado a todos los ilicitanos beneficiarios, más de 11.100. Respecto a Gandia, los pagos se iniciaron a principios de septiembre y alcanzarán a 3.324 personas, mientras que en Benidorm se comenzó a finales del pasado mes (1.702 ayudas).
En cuanto a Valencia ciudad, la que mayor número de solicitudes concentra, fuentes de la concejalía aseguran que comenzarán a pagar de manera inminente y finalizarán antes de que termine octubre. La idea es hacerlo en tres fases. La primera, que beneficiará a 22.639 solicitantes, está a la espera de la autorización de Hacienda. La segunda tanda abarcará a 8.848 familias y la tercera llegará a 343. En el último caso se trata de personas que han aportado documentación pendiente, como la declaración responsable.
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En cuanto a Castellón, fuentes municipales señalan que la previsión es aprobar los pagos a lo largo de este mes y empezar a abonarlos en noviembre. En la primera fase se recibieron unas diez mil peticiones, por lo que la cifra para la segunda será algo menor teniendo en cuenta que no todos los solicitantes acaban entregando los libros en los centros. De hecho, parte del dinero sobrante del programa se ha derivado a otras áreas, lo que ha generado críticas entre la oposición.
En cuanto a Alicante, cuyo ayuntamiento tuvo serios problemas para aprobar su presupuesto de 2016 como consecuencia del plan de ajuste en vigor desde 2012, se ha terminado de pagar la primera fase, que acumuló bastante retraso, y están «a punto» de iniciar la segunda. Torrent, por su parte, espera al visto bueno del interventor para empezar con los abonos, mientras que desde Sagunto señalan que el martes fue el último día para que los centros hicieran modificaciones de los libros entregados por las familias, por lo que una vez resueltas las incidencias asumirán las ayudas.
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En cuanto a Torrevieja y Orihuela, todavía no han afrontado los cien euros iniciales. Desde el primer municipio explicaron que detrás del retraso está la demora del informe de sostenibilidad financiera que remitió el Consell, condición que puso el pleno para adherirse al programa, y los escasos recursos humanos del área de Educación para tramitar los expedientes (unas 2.800 solicitudes). La idea es que en breve se inicien los primeros pagos.
Orihuela, por su parte, es uno de los diez municipios rescatados por la conselleria, que asumirá la cuantía municipal del programa ante los problemas de sus consistorios, que obtuvieron informes negativos de sostenibilidad financiera. El secretario autonómico Miguel Soler dijo el martes que en este caso la partida económica está en tramitación. Una vez llegue, las familias oriolanas podrán recibir los primeros cien euros. Respecto a los retrasos de las ayudas para los padres -que también fueron generalizados durante la primera fase- Soler señaló que es preferible que se demoren a que no existan, como sucedió en los últimos años de gobierno popular.
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