Borrar
Urgente Competencia autoriza la opa de BBVA a Sabadell y deja en manos del Gobierno el desenlace final
El autor sujeta un cartel con el título de su libro. :: lp
Rafael Santandreu: «Necesito muy poco para lograr ser feliz, ni siquiera a mi novia»

Rafael Santandreu: «Necesito muy poco para lograr ser feliz, ni siquiera a mi novia»

El psicólogo, protagonista en Aula LAS PROVINCIAS, defiende el optimismo extremo como forma de vida, ante una sociedad que nos impone «necesidades inventadas»

ARTURO CHECA

Sábado, 15 de octubre 2016, 23:59

«Podemos ser felices en cualquier situación, ya estemos en prisión, esperando que nos operen en un hospital o sufriendo ansiedad crónica». Con 'El arte de no amargarse la vida' y 'Las gafas de la felicidad', Rafael Santandreu (Barcelona, 1969) ya vendió millones de ejemplares. Ahora regresa con su optimismo casi enfermizo en 'Ser feliz en Alaska', con frases como la que abre esta información u otras sentencias: «La depresión puede ser un camino hacia la virtud». El martes explicará cómo en el Aula LP, a las 19.30 horas en el Ateneo Mercantil.

Imagine que me acaban de desahuciar. ¿Cómo voy a ser feliz?

Si te das cuenta de que no necesitas más que el agua y la comida del día para ser mega-feliz, te irás al albergue público y allí harás cientos de cosas positivas por ti y por los demás. Y estarás lleno de fuerza y optimismo. Sólo con esta convicción se alcanza la plena salud emocional.

Ahora ayúdeme a ser feliz si acabo de perder a un hijo...

Dándote cuenta de que a tu hijo no le ha pasado nada malo. Tan solo se ha muerto, indiscutiblemente un hecho normal. Lo preocupante sería que no nos muriésemos nunca.

Seré infeliz al echarle de menos.

No mucho si comprendes que a ti te queda muy poco sobre la Tierra. Dentro de nada estarás acompañándole. Y es que porque la vida pasa volando. Aprovecha lo poco que te queda y, en su honor, vive feliz.

Son preguntas extremas, ¿pero de verdad hay un método psicológico para ser feliz?

¡Claro! Ya lo dijo el filósofo Epicteto: «No nos afecta lo que nos sucede, sino lo que nos decimos acerca de lo que nos sucede». Una buena filosofía de vida te hace prácticamente invulnerable.

Los libros de autoayuda, ¿tienen éxito sólo mientras hay crisis?

Tienen más éxito cada día, independientemente de que haya crisis o bonanza porque la sociedad está cada vez peor. En la actualidad, una de cada 3 personas tiene serios problemas emocionales. En el 2050 esa cifra será de 1 de cada 2.

¿Y por qué estamos cada vez peor?

Vivimos en una sociedad de súper-exigencias. Ser delgado, tener estudios, tener muchos amigos, un piso bonito, tener pareja, hijos, un buen trabajo. y ¡cien mil cosas más! Si fallas en una sola, ¡eres un maldito gusano de la peor especie! Nuestros abuelos no se exigían nada de eso.

En su libro pone de ejemplos a los mártires cristianos, a San Francisco Asís, Santa Teresa. ¿Ser feliz es una cuestión de fe?

Ser feliz es cuestión de tener un buen diálogo interno, una filosofía personal constructiva. La religión comparte muchos principios que permiten ser más fuertes y felices.

Pero usted no es creyente...

No creo en la idea de Dios tradicional pero sí en que pertenecemos a algo superior: llámale Naturaleza o lo que sea. Si nos atenemos a esa Naturaleza pacífica, armoniosa, sin exigirnos tonterías a cada minuto, somos felices de forma automática.

¿Se puede ser feliz así sin creer que hay algo tras la muerte?

Por supuesto. El problema te lo creas tú solito cuando te dices: '¡Debería haber algo después de la muerte; de lo contrario, esto es un asco sin sentido!' Yo, en cambio, me digo: no sé si hay un Más Allá, pero amo a la Naturaleza y sé que su armonía gigantesca es la leche. No tengo por qué tener respuestas a eso.

«La verdadera causa de la infelicidad es creer que carecemos de cosas», mantiene. ¿La sociedad de consumo nos hace infelices, nos sume en la 'carencialisis'?

¡Sí! Y no sólo nos llenan de necesidades materiales. También inmateriales: 'necesitar' que me respeten, 'necesitar' tener pareja, 'necesitar estar siempre entretenido', 'necesitar salud'. Y cada necesidad inventada es una carga porque te dirás a ti mismo: 'Si no tengo salud completa, soy un desgraciado total'. La sociedad nos sume en la 'carenciálisis', la creencia de que nos faltan muchas cosas constantemente. Yo, en cambio, vivo en 'abundiálisis'.

¿Qué es eso?

La convicción de que vivo en un mundo de abundancia alucinante. Necesito muy poco para ser feliz. Mi entorno está repleto de oportunidades de disfrutar. Tantas, que no necesito ninguna de ellas: ni siquiera a mi novia.

¿Eso se lo dice a ella?

Por supuesto. Le digo, 'cariño, te quiero mucho, pero no te necesito nada y yo quiero que tu me ames así también. Si mañana me dejas, yo seguiré teniendo una vida alucinante'. El verdadero amor es así, libre, no una dependencia loca.

Ser feliz siempre, ¿no puede acabar en pasotismo?

Para nada. Las personas fuertes y felices, de forma natural tienden a querer hacer cosas. Pero no tienen obligaciones ni temores. Es como los niños que juegan con la vida y es todo disfrute. Los 'pasotas' son miedosos que esconden sus temores diciendo: 'yo paso'.

«Nadie necesita ser eficiente ni trabajar, su mujer estaría encantado de mantenerlo», dice. ¿Y si su mujer piensa también en dejar el trabajo, cómo son felices?

Pues viviendo los dos en el albergue público y haciendo cientos de cosas maravillosas. Y con niños: lo mismo. Y eso sería la mejor educación posible para una persona.

Pero usted trabaja.

Sí porque trabajar también es muy divertido. Pero tengo claro que no lo necesito. De esa forma, no conozco el estrés. Si las cosas salen bien, genial; en caso contrario: también genial. Paradójicamente, eso hace que todo me vaya de primera.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias Rafael Santandreu: «Necesito muy poco para lograr ser feliz, ni siquiera a mi novia»