MANUEL BUITRAGO
Lunes, 21 de noviembre 2016, 01:02
La nueva normativa sobre el uso de las aguas depuradas que está elaborado la Comisión Europea es una espada de doble filo para la Comunitat Valenciana y para la Región de Murcia, las dos autonomías que más y mejor reutilizan los caudales depurados. Si endurece los parámetros para minimizar los riesgos para la salud puede causar problemas para los caudales reutilizados que se destinan a la agricultura, ya que obligaría a elevar los costes de la depuración. Por otro lado, ha puesto al descubierto que el Levante español está a la cabeza de Europa en la depuración y reutilización de las aguas residuales urbanas, con lo cual parte de una situación ventajosa.
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Los gobiernos regionales, no obstante, están sobre alerta porque el documento científico preliminar exige para los caudales de riego una calidad similar a la del agua potable. Con la escasez que sufre las cuencas del Segura y del Júcar, que tiene que aprovechar todos los recursos alternativos a su alcance, las provincias de Alicante y Murcia se juegan mucho con la futura normativa europea, ya que reutilizan para la agricultura buena parte de las aguas depuradas, el equivalente a 100 hectómetros cúbicos anuales. Una variación de los parámetros para aumentar el grado de eliminación de determinadas bacterias y esporas implicaría adaptar las plantas depuradoras, con un fuerte coste económico y energético, a la vez que puede retraer la reutilización, provocando justo el efecto contrario.
Según datos aportados por Joaquín Melgarejo, Catedrático de Historia e Instituciones Económicas y Director del Instituto del Agua y de las Ciencias Ambientales de la UA, en 2015, el 31% del agua depurada en la Comunitat (133 hm3) fue tomada directamente de las depuradora spara ser reutilizada, el 28% (122 hm3) se reincorporó a cauces naturales y el 41% (176 hm3) fue vertida al mar.
Por usos, la reutilización para fines agrícolas es la dominante, alcanzando el 97% del total. Los precios del agua depurada regenerada, incluido el coste de depuración, ascienden a un 0,33 euros/m3 (0,27 euros/m3 del tratamiento secundario y 0,06 euros/m3 del tratamiento terciario).
Teniendo en cuenta el coste de reutilización, el precio del agua regenerada asciende a 0,68 euros/m3 (0,27 euros/m3 del tratamiento secundario, 0,06 euros/m3 del tratamiento terciario, 0,25 euros/m3 del tratamiento avanzado y 0,1 euros/m3 de la distribución).
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Un año de debate
Desde la vecina Región de Murcia ya se han mantenido contactos con el responsable de la unidad del Agua Limpia de la UE, Thomas Petitguyot, y el equipo técnico de la Dirección General de Medio Ambiente, que está elaborando un documento que no verá la luz hasta dentro de un año. La propuesta final, que puede adquirir el rango de directiva, tiene que pasar antes por el Parlamento Europeo y el Consejo.
Ahora se trabaja sobre el borrador de una comisión científica que está elaborando un listado de indicadores para estos caudales. El planteamiento inicial es restrictivo sobre los contaminantes emergentes, lo cual puede suponer una dificultad añadida para Alicante y Murcia, aunque queda camino por recorrer.
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La propuesta técnica de partida de la comisión científica pone el foco en el agua reutilizada que se destina a los regadíos y a la recarga de acuíferos.
El borrador señala que el impacto de estas aguas debe ser neutral, con incidencia nula sobre la salud y con riesgos mínimos de contaminación. Ha puesto sobre la mesa nuevos parámetros que no estaban contemplados en documentos anteriores y que apenas aparecen en las normativas actuales. El inconveniente es que no se dispone de suficientes analíticas sobre estos indicadores. Se realizan miles de exámenes para controlar los niveles de 'E. coli', que es lo más habitual, pero no para los nuevos que se pretenden introducir.
Uno de ellos son las esporas de 'Clostridium perfringens', que es un tipo de bacteria que provoca intoxicaciones alimentarias comunes. Para eliminarlas, se necesita diez veces más de energía que para la 'E. coli'. Esto implicar un coste muy elevado por tener que instalar muchos más equipos en las estaciones depuradoras, a la vez que un altísimo coste de operación y un impacto terrible en cuanto a la huella de carbono.
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Indicadores muy exigentes
Los indicadores son muy exigentes, a pesar de que los controles actuales han mostrado su plena eficacia. Desde que la Consejería de Agricultura del Gobierno de Murcia se han llevado a cabo analíticas de los nuevos parámetros en varias depuradoras. Los resultados no son alentadores. En las instalaciones que tienen un sistema de desinfección basado en el cloro, fue absolutamente imposible llegar a los resultados exigidos. Por otra parte, las depuradoras con tratamientos terciarios habituales (físico-químico, decantación, filtración y desinfección) haría falta potenciar la radiación ultravioleta. Por último, en las depuradoras con reactores biológicos de membranas, que son las más efectivas en materia de desinfección, sería preciso aumentar también la radiación ultravioleta. Las analíticas, la adaptación de las depuradoras y la monitorización que se exige serán muy caras.
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