Condenado por asfixiar al hombre que le acogió en su apartamento de Dénia

La relación que inició un vecino madrileño de 58 años de edad con un joven rumano le llevó a la muerte. La Audiencia Provincial de Alicante ha condenado al único enjuiciado por estos hechos, que se remontan a agosto del 2014. La víctima conoció a uno de los sospechosos en una estación de bus de Madrid, donde residía, y decidió acogerlo junto a sus dos amigos en casa. Según consideran los magistrados, que imponen doce años y medio de prisión al reo, los tres procesados actuaron movidos por la codicia mientras disfrutaban de unas vacaciones en el apartamento de Dénia de la víctima, pues conocían bien los elevados ingresos del hombre, quien costeaba los gastos de todos desde que comenzaron a convivir.

Por ello, una noche decidieron propinarle una paliza con la que dejarlo casi sin sentido y maniatarlo. Ya que no querían despertar sospechas entre los vecinos, taparon la boca al perjudicado con un calcetín que introdujeron bien profundo en su garganta, lo que le provocó el óbito, según relataron los médicos forenses en la vista oral celebrada en la Audiencia.

El único sospechoso que se ha podido juzgar por la Sección Segunda de la sede provincial culpó a sus dos amigos. Según explicó, ambos se marcharon a Rumanía tras darle a él una paliza para evitar que los delatara. Sobre la muerte del anciano, «cuando subí del gimnasio ya estaba atado», relató el procesado, «por eso mis compañeros me dieron mil euros para que no dijera nada». Acto seguido, contrataron un taxi y se fueron a Benidorm para escapar a su país en autobús.

Según detalla el tribunal en el fallo, «no es creíble, como pretende el acusado, que no supieran que estaba muerto al abandonar la vivienda». El hecho de enrollar a la víctima con mantas y una alfombra «no se explica si no se trataba de un cadáver. En otro caso, sería una maniobra tendente a causar la muerte». Los magistrados descartan la tesis de la discusión de pareja que relató el procesado en el juicio mientras él se encontraba en el gimnasio.

La sentencia apunta a un crimen conjunto para sacar un cuantioso botín, al menos de en torno a 10.000 euros que guardaba el fallecido en un armario. Así, el tribunal considera al reo culpable de un delito de homicidio con la agravante de abuso de superioridad y de otro de robo con fuerza. Una sobrina de la víctima llevó a los agentes hasta el apartamento donde finalmente hallaron el cadáver todavía envuelto y en un avanzado estado de descomposición. La Policía Nacional tuvo que llevar a cabo una laboriosa investigación a caballo entre Madrid y Dénia.