R. A.
Miércoles, 21 de diciembre 2016, 01:53
El pleno del Consejo Social de la Universidad de Alicante aprobó ayer los presupuestos para 2017 que el presidente, Francisco Gómez Andreu, calificó de «sumamente atípicos». Según explicó, aparentan un incremento de la financiación, pero realmente, «nacen condenados», ya que el aumento presupuestario va destinado a amortizar el pago de los bonos emitidos a través del Banco Europeo de Inversiones en 1997 para completar la edificación y modernización del actual campus y la sede de la Ciudad de Alicante. Se trata de unos bonos de los que la Generalitat se comprometió a asumir el pago y los intereses de la amortización y cuyo vencimiento será en 2017. La cantidad que se percibirá para este concepto asciende a 68 millones lo que, en apariencia, incrementa de 186'2 a 254'6 millones el total a percibir. Por ello, insistió en reclamar al Consell una financiación estable.
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Gómez Andreu criticó el espejismo de ese incremento de ingresos, ya que el 98% de la subvención del Consell que, a día de hoy es la principal fuente de financiación, está comprometida en el capítulo de recursos humanos. Por su parte, el rector, Manuel Palomar, anunció la creación de un se crea un Plan de Mecenazgo que sirva «para aumentar los ingresos» y se mostró optimista por la aprobación de los nuevos grados de Gastronomía y Medicina.
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