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J. A. M./DELEGACIONES
Martes, 10 de enero 2017, 20:44
La llegada a las costas de restos arrastrados por los ríos y los destrozos por el fuerte oleaje han despertado quejas de alcaldes de municipios afectados como Cullera o Daimús. Entre otras administraciones, critican a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) por la falta de limpieza de los cauces.
La crecida del Júcar llenó de suciedad y restos la playa de Cullera en la desembocadura. La localidad costera ya tiene a punto sus playas después de varias semanas de trabajo. Han sido 438 camiones de escombros y maleza los que se han retirado. El alcalde de la localidad, Jordi Mayor, critica «el abandono por parte de la CHJ de los ríos y barrancos, ya que no se han limpiado y toda la suciedad ha llegado aquí, a la desembocadura». El Ayuntamiento decidió actuar con sus propios medios y un gasto de 18.000 euros. Ahora espera que lleguen las ayudas de las administraciones.
Mientras, en Sueca la reparación del litoral se encuentra al 60%. El principal problema en este punto de la costa ha sido la proliferación de algas por el temporal marítimo.
En la Safor, los efectos del temporal fueron devastadores . En Daimús, el arenal acabó con toneladas de algas y cañas. Hasta ayer ninguna administración se había hecho cargo de la limpieza. «Ni la CHJ, ni la Diputación, ni Costas», se revela el alcalde, Javier Planes. «Nadie nos ha atenido al teléfono», recordó. Ante este panorama, el ayuntamiento prevé iniciar las tareas con un coste de 150.000 euros. «Tiene que asumirlo el gobierno local ante la inoperancia del resto de administraciones», añade Planes. «Es ya un tema de salud pública y los hosteleros exigen responsabilidades».
En Dénia se han retirado ya 1.580 toneladas de restos acumulados entre el 19 de diciembre y el 3 de enero. Supone un 259% que en el mismo periodo del año anterior. La playa de la Almadrava de Els Poblets, en la desembocadura del río Girona, es una de las más afectadas. Representantes municipales de Dénia y Els Poblets solicitaron meses atrás una reunión con la CHJ para abordar la situación del Girona y todavía siguen a la espera.
Mientras, Teulada exige a la Generalitat Valenciana que desarrolle el proyecto de construcción del encauzamiento del barranco en el casco urbano de Moraira para evitar inundaciones. Para Raúl Dalmau, concejal de infraestructuras, «se trata de una actuación prioritaria puesto que en este lugar concurren las desembocaduras de varios barrancos» y el casco urbano puede sufrir «graves inundaciones».
Los efectos del temporal todavía colean también en carretera. Si bien el acceso a Cortes de Pallás ha quedado reabierto tras los desplomes de rocas, esta semana habrá interrupciones del tráfico en la CV-528 por los desprendimientos entre Mijares y Dos Aguas.
El alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez, y el director de Emergencias, José María Ángel, se reunieron ayer para abordar la reparación de daños por el temporal. Sólo en el Camíno de la Purísima, los desperfectos superan los 200.000 euros.
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