J. A. MARRAHÍ
Domingo, 15 de enero 2017, 12:40
Nevadas puntuales de niveles siberianos, granizadas, tornados o precipitaciones en las que el cielo cae a plomo. Sinobas es el Sistema de Notificación de Observaciones Atmosféricas Singulares, creado por AEMET para documentar los caprichos más sorprendentes del clíma que, por efímeros o muy localizados, suelen pasar desapercibidos a las redes de medición. El año pasado este banco de información climática registró 13 de estos fenómenos en la Comunitat, como la gigantesca tromba marina de El Perelló.
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Uno de los primeros fue la histórica nevada del 27 de febrero en Morella. En dos días se llegó a acumular 52 litros por metro cuadrado. El resultado, un espesor de nieve de 43 centímetros.
Nevadas y viento, protagonistas habituales del invierno. Y para viento el que sopló unas semanas antes, el 7 de enero, en la montaña del castillo de Xixona. La red MeteoXixona registró rachas que igualaban a la velocidad de un coche en autopista: nada menos que 113 kilómetros por hora, fenómeno conocido como viento de ladera.
¿Se preguntan cuál fue la granizada del año? Sinobas lo sabe. Vilafranca del Cid. 30 de junio. Una infernal tormenta de verano acumula 75 litros por metro cuadrado con más de 200 rayos en un radio de 5 kilómetros. Bajo ese cielo en guerra, los sorprendidos vecinos vieron cómo las bolas de hielo se acumulaban para convertir sus calles en pistas de hielo en pleno verano.
Las trombas marinas son la forma habitual con la que los tornados visitan la Comunitat. En los últimos años, un buen número de ellos han poblado los archivos de Sinobas gracias a fotografías de testigos con teléfonos móviles. Pero la que se inmortalizó el pasado 27 de noviembre es realmente inusual. Fue a pocos kilómetros de la costa, entre El Perelló y el Mareny de Barraquetes. Se formó por una célula tormentosa que dejó fuerte lluvia y granizo entre Sueca y El Perelló. Pero en esta ocasión todos los móviles y cámaras apuntaron hacia el monstruoso brazo gris de viento y agua que se elevó en el mar. Según la plataforma eltiempo.es, este tornado y el último temporal de mediados de diciembre se encuentran entre los fenómenos naturales más destacados de 2016 en toda España.
Si echamos la vista atrás, el climatólogo José Ángel Núñez destaca la virulencia del gran tornado que vivió Gandia el 28 de septiembre de 2012. En esta ocasión, una tromba marina penetró en tierra. Recorrió la localidad de este a oeste, destrozó una torre de alta tensión, atravesó un recinto ferial y 35 personas sufrieron heridas. Hubo daños por valor de 14 millones.
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La ciudad de Valencia fue escenario de dos fenómenos extraordinarios el año pasado. El primero, el reventón o frente de racha del 13 de septiembre. Así se conoce a la fuerte corriente originada en una nube de tormenta que ocasiona vientos destructores y huracanados. Se formaron rachas de 100 kilómetros por hora acompañados de una lluvia torrencial, inundaciones locales y multitud de árboles caídos. Pero la tormenta del año fue la que vivió la ciudad el 13 de septiembre. Discurrió por Valencia de oeste a este y alcanzó el área metropolitana. Los rayos caían por doquier y el agua convirtió en piscinas varias zonas de la Politècnica. Cayeron 54 litros por metro cuadrado en 30 minutos.
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