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El coche de rally, ayer, durante el rescate.

Ángeles de la guarda al volante

Dos pilotos de rallys ayudan con su todoterreno a los conductores atrapados por la nieve en Villena

J. M. PENADÉS

Sábado, 21 de enero 2017, 01:17

La ola de frío y nieve que ha afectado a la comarca del Alto Vinalopó deja, además de malas noticias, otras que son dignas de reseñar. Esta es la historia de dos héroes con nombre y apellidos que, desafiando las inclemencias meteorológicas, decidieron coger su todoterreno y marcharse a ayudar al prójimo de una manera desinteresada y poniendo en riesgo su integridad.

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Son unos amantes del deporte del motor y, sobre todo, de las pruebas que se realizan en el desierto: el petrelense Miguel Arjona y el villenense Ricardo Martínez, piloto y copiloto de la escudería Aridex-Sipu Racing. El jueves por la noche no dudaron en coger su Nissan GR y marcharse a rescatar coches que llevaban, muchos de ellos, desde las nueve de la mañana atascados en la carretera que une el cruce de Caudete con Fuente la Higuera.

Fueron muchos los que tuvieron la ocasión de poder dormir a salvo gracias a la labor de la Guardia Civil, Protección Civil y demás equipos que llevan varios días sin prácticamente descansar, pero también merced a la ayuda de voluntarios como Miguel y Ricardo.

Juan Hernández, vecino de Villena, fue uno de los muchos afectados por el temporal. No podía avanzar a causa de la nieve y fue uno de los rescatados por Miguel y Ricardo. «Nosotros decidimos que debíamos de echar una mano como fuera», apunta Ricardo Martínez. Asegura que, sin dudarlo, habló con Miguel Arjona y se subieron a bordo de su coche rumbo a Fuente la Higuera. La empresa era muy complicada. Les aconsejaron que se dieran la vuelta, pero les pudo más su afán de ayudar que el miedo a que les pudiera pasar algo.

«Recorrimos la carretera que va desde el cruce de Caudete a Fuente la Higuera. No podíamos llegar a Villena y nos pusimos a sacar coches que estaban atascados en la nieve y sin comida ni bebida durante prácticamente todo el día. Ayudamos a sacar coches y furgonetas, mientras que los camiones aprovechaban el surco que dejábamos en la nieve para salir», explica Ricardo Martínez, que iban preparados con bocadillos y botellas de agua que repartieron.

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