El fiscal denuncia al director de la reserva de los bisontes muertos

La investigación sobre la extraña muerte de bisontes en la reserva de Benegéber, la única con estos animales protegidos en la Comunitat, avanza en los tribunales. Transcurrido ya medio año desde que arrancaron las pesquisas de la Guardia Civil, la Fiscalía de Medio Ambiente ha decidido denunciar al director técnico de la reserva de Valdeserrillas, Carlos Álamo, por un presunto delito de maltrato animal continuado, según informaron fuentes oficiales.

El misterio saltó a la luz pública después de que los responsables de la reserva denunciaran la muerte de uno de los doce bisontes europeos que habitaban en las instalaciones de la comarca de Los Serranos. Se trata de una especie con elevada protección legal ante el escaso número de ejemplares que existe en la actualidad en Europa.

Sauron, el considerado macho alfa del grupo de animales, apareció decapitado el viernes 16 de septiembre. Además, el propio director confirmó que el resto de animales estaban «muy débiles, desorientados y con diarrea», lo que llevó a considerar la sospecha de un envenenamiento por parte de algún intruso.

Al cabo de unos días, un segundo bisonte apareció sin cabeza, pero esta vez la parte del cuerpo fue localizada a pocos metros. La muerte de los animales propició una investigación de la Guardia Civil. Recayó en los especialistas del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA).

Y todo dio un giro de 180 grados. El problema de los bisontes parecía estar dentro de la propia reserva y no fuera. El director de Valdeserrillas acabó investigado como principal sospechoso de las muertes por un cuidado de los animales que, según los investigadores, dejaba bastante que desear.

Las opciones del fiscal

El atestado fue remitido a la Fiscalía Provincial de Valencia, que abrió unas diligencias de investigación penal para aclarar los hechos. Esta es una fase prejudicial en la que un responsable del ministerio público analiza el caso. Durante este periodo, seis meses prorrogables por el mismo tiempo, el fiscal puede solicitar diligencias, citar a testigos e incluso a los propios investigados para que presten declaración. Esta comparecencia de Álamo se produjo el pasado 25 de octubre.

Una vez concluyen las pesquisas, el acusador público tiene dos opciones. Una sería el archivo, si considera que los hechos no conllevan una responsabilidad penal. Y la otra es la que ha sucedido en el caso de los bisontes: presentar una denuncia.

De esta forma, el asunto ha quedado judicializado y arranca la fase de instrucción en el juzgado. El único investigado en la causa, el dueño de la reserva de Benagéber, está en libertad. Volverá ahora a ser citado en el juzgado que finalmente lleve la investigación, presumiblemente alguno de Llíria.

Las primeras conclusiones de los investigadores apuntan a la falta de una alimentación adecuada como causa más posible de la muerte de los animales. Y también como detonante probable de la mala salud de los otros ejemplares de la manada.

LAS PROVINCIAS ha contactado en varias ocasiones con Álamo para conocer su versión sobre lo sucedido en la reserva, pero el director prefiere mantener silencio mientras el caso esté en manos de la justicia. Sólo dio unas pequeñas explicaciones antes de su comparecencia en la Fiscalía a finales de octubre. A grandes rasgos, mantiene que puede justificar con facturas la adquisición de alimentos para los bisontes. Al mismo tiempo, niega rotundamente que tratara de encubrir los fallecimientos decapitando a los animales.