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El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares.
«La Conferencia Episcopal no es un órgano de mando, sino de colaboración»

«La Conferencia Episcopal no es un órgano de mando, sino de colaboración»

El cardenal Cañizares afirma que su regreso a la vicepresidencia de la CEE «es un camino hacia adelante»

LAURA GARCÉS

Viernes, 17 de marzo 2017, 21:39

«La Conferencia Episcopal no es un órgano de mando, sino de c olaboración». Es el mensaje que ayer trasladó a LAS PROVINCIAS el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, tras su elección el martes como vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE). Cañizares, regresa al puesto que ya ocupó en el trienio 2005-2008. En esa ocasión era presidente el cardenal arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, que ahora también se sitúa a la cabeza de la conferencia tras resultar reelegido presidente esta semana.

En sus declaraciones el prelado valenciano hizo hincapié en la colaboración y servicio que reclama situarse en la cúpula de la Iglesia. De hecho, recalcó el reto de «trabajar todos unidos hacia adelante» tras señalar que se siente «gozoso de poder trabajar con Ricardo Blázquez». Con estas palabras el arzobispo coincidía con las que pronunció Blázquez tras su elección abogando por la «unidad».

No ofreció valoraciones sobre el resultado de la elección, aunque dejó claro que el hecho de regresar a la vicepresidencia no supone «una vuelta atrás. Es un camino hacia adelante». Corroboró así las palabras que ya ofreció Blázquez el martes.

¿Qué consecuencias tendrá su elección para Valencia? El cardenal no dudó en señalar que el hecho de asumir «esta responsabilidad me obliga a servir con más empeño a la diócesis de Valencia».

Explicó, además, que cuando conoció el resultado de la votación en la que 45 obispos le apoyaron para la vicepresidencia, les dijo «gracias», y también la frase popular «a mandar», como expresión para manifestar su disposición «para servir».

La CEE completó ayer el proceso de renovación. Cinco días de reuniones y encuentros han dado como resultado cambios en prácticamente todos los puestos del gobierno de la Iglesia española. Sólo la secretaría general, que ostenta José María Gil-Tamayo, queda pendiente, en tanto que el periodo para este mandato -quinquenal, no trienal como el resto- todavía no ha expirado.

El cónclave de los obispos españoles, entre los que se encuentran 16 nacidos en la Comunitat, ha colocado al valenciano cardenal Cañizares, en la vicepresidencia. Además, otros tres prelados nacidos en la Comunitat se han situado en la comisión permanente al resultar designados presidentes de tres de las 14 comisiones episcopales en las que se desglosa la permanente.

Ante esta presencia, el purpurado nacido en Utiel, destacó el nivel del clero valenciano al mismo tiempo que quiso destacar que «se elige a gente muy idónea».

Monseñor Jesús Catalá, nacido en Vilamarxant y en la actualidad obispo de Málaga, presidirá hasta 2020 la comisión de Vida Consagrada. Al frente de la de Doctrina de la Fe estará el actual obispo de Tortosa, Enrique Benavent, nacido en Quatretond. Ambos aterrizan por primera vez en este órgano de la CEE. Hay un tercer prelado valenciano, Javier Salinas, actualmente auxiliar de Valencia, donde nació que afronta su segundo trienio a la cabeza de la comisión de Apostolado Seglar.

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