JUAN SANCHIS
Lunes, 29 de mayo 2017, 19:41
La Conselleria de Medio Ambiente ha anunciado que a lo largo de esta semana a través de la empresa pública Vaersa comenzará las actuaciones en los terrenos dañados por los temporales del pasado invierno. Pero sólo se trabajará en los terrenos que son propiedad de la Generalitat.
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De esta forma deja fuera de su ámbito de actuación al 70% de la superficie afectada por los temporales del invierno
Pese a que han pasado casi cinco meses desde los temporales de nieve y viento de diciembre y enero, la Conselleria de Medio Ambiente todavía no ha empezado las actuaciones de clareo.
Pero lo más grave es el hecho de que en estas fechas comienzan las restricciones para realizar determinados trabajos en el monte ante el cada vez más creciente riesgo de incendios forestales. De esta forma, la Conselleria pretende iniciar los trabajos justo en el periodo con mayor riesgo de incendio forestal del año.
Esta misma semana la Plataforma Forestal Valenciana ha denunciado que al no actuar en las propiedades privadas, la Conselleria de Medio Ambiente las ha dejado a «su suerte» y ha asegurado que estas masas forestales formarán un «cóctel explosivo que podrá aumentar el riesgo y magnitud de los incendios».
Hasta el momento, en cuanto a los daños en el monte privado, las direcciones territoriales de la Conselleria de Medio Ambiente han facilitado un formulario de declaración responsable para la retirada de árboles de uso doméstico. En Castellón ha habido 44 declaraciones particulares, 20 en Alicante y 311 en Valencia.
Pero la crítica va más allá. La Plataforma Forestal Valenciana acusó a la Conselleria de ser en parte causante de lo sucedido durante el temporal de este invierno. Desde esta entidad se ha acusado a Medio Ambiente de considerar el bosque «como un museo» sobre el que no se actúa.
Ante ello criticaron que se lleva más de 40 años sin que haya una política de gestión forestal que, en su opinión, evitaría la propagación de incendios, incidentes similares a los ocurridos este invierno o la proliferación de plagas.
Desde la Plataforma Forestal consideran que la falta de este tipo de trabajos a la larga supone un mayor gasto económico, además de facilitar la salvaguarda de los parajes de gran valor ecológico.
En un comunicado la Plataforma explica que profesores e investigadores de la UPV constatan que los daños por las nevadas «son un resultado catastrófico más de las condiciones de abandono de nuestros montes». Añaden que la falta de tratamientos silvícolas han debilitado al pino carrasco y le han hecho vulnerable tanto al fuego como a las plagas o a los daños del viento y la nieve. Denuncian que la decisión de la Conselleria de no actuar en los montes privados se haga por criterios privados y no medioambientales.
Distintos expertos y agentes forestales ya alertaron de esta posibilidad. Todos ellos coincidieron al poco de concluir el temporal en la necesidad de comenzar de inmediato los trabajos para extraer la madera y evitar así que el monte se convierta en verano en un verdadero polvorín. No ha sido así. Y, como explicó el presidente de los propietarios forestales de la Comunitat, Juan Galiano, «poco se puede hacer ya».
Según la legislación valenciana, con la alerta 3 de Emergencias, que durante los meses de calor es una situación bastante frecuente, se establecen una serie de limitaciones en los montes de la Comunitat que reducirán el volumen y el ritmo, según los expertos consultados por este periódico, de los trabajos que realizan estas brigadas.
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En el mismo sentido se manifestaron distintos agentes forestales consultados. Explicaron que a partir del mes de mayo y hasta octubre los trabajos prácticamente se paralizan por el continuo peligro de que se produzcan incendios forestales.
Prohibiciones
Mientras se mantenga la alerta se suspende la utilización de grupos electrógenos, motores, equipos electrónicos o de explosión, aparatos de soldadura, motosierras, etcétera.
En la situación de alerta 3 de Emergencias tampoco se permite la acumulación y almacenamiento de madera, leña y cualquier tipo de residuos agrícola o forestal. También se prohíbe las quemas agrícolas, aunque este año la Conselleria de Medio Ambiente ha adelantado el periodo
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Tampoco está permitido el almacenamiento, transporte o utilización de material inflamable o explosivo en estas zonas.
A todo ello se une el hecho de que la Conselleria ha destinado bastante menos personal del inicialmente previsto a los trabajos silvícolas y de restauración de pistas forestales.
El secretario autonómico de Medio Ambiente, Julià Álvaro, llegó a hablar de que la Conselleria de Medio Ambiente a través de la empresa instrumental Vaersa y el Servef contrataría a 200 trabajadores para limpiar los montes. Al final apenas han sido veinte los que se han incorporado para colaborar en estas tareas, según las fuentes consultadas por este periódico.
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Por otro lado, hay que tener en cuenta que ayuntamientos tan afectados por el temporal como Utiel o Sinarcas le han tomado la delantera a la Generalitat y sacaron subastas públicas en marzo y abril a las que concurrieron empresas privadas que llevan varias semanas extrayendo los restos.
En concreto, y según fuentes de la Conselleria de Medio Ambiente, se destinarán 4,2 millones de euros para la reparación de las pistas forestales y otros 1,7 a actuaciones sobre el arbolado.
Los trabajos empezarán con la reparación de las infraestructuras forestales mientras que las actuaciones sobre el arbolado se prevé que den inicio la próxima semana.
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En concreto, Medio Ambiente calcula que se actuarán sobre 3.115 hectáreas de superficie forestal pública dañadas por los temporales. En este sentido, las medidas adoptadas por la Conselleria de Medio Ambiente han sido duramente criticadas al dejar fuera al monte privado.
Por provincias a Castellón se destinan 1,1 millones para actuar sobre 836 hectáreas. La de Alicante recibirá 956.000 euros para 304 hectáreas mientras que Valencia se lleva la parte del león con 2,8 millones para limpiar 1.976 hectáreas.
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Pese al retraso con la que se ha actuado, el departamento que dirige Elena Cebrián defiende la diligencia con la que se ha actuado, ya que, según explicó, las primeras medidas se tomaron inmediatamente después de que se produjeran los temporales de diciembre y enero.
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