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Reis Gallego conversa con los profesores críticos tras recibir las firmas. LP
Educación en la Comunitat Valenciana | Más de 3.400 profesores, contra la obligación de fusionar asignaturas

Más de 3.400 profesores, contra la obligación de fusionar asignaturas

La plataforma crítica con esta manera de enseñar y UGT presionan para que sea una opción voluntaria de cara al próximo curso

Joaquín Batista

Valencia

Martes, 24 de mayo 2022, 00:07

La campaña contra la obligación de fusionar asignaturas en 1º de la ESO ha dado un paso más con la entrega de más de 3.400 firmas recogidas por la plataforma 'No als Àmbits Imposats' y el sindicato UGT, que reclaman que esta manera de impartir las materias sea voluntaria, como sí sucede en 2º, y esté dotada de los medios suficientes para su aplicación.

Las rúbricas se han reunido en cuatro meses y llegan ahora con la intención de presionar a la conselleria de cara a la organización del curso que viene, teniendo en cuenta que las normativas que la regulan se negociarán en las próximas semanas. Además de presentarse de forma telemática también han sido entregadas este lunes a la directora general de Innovación y Ordenación, Reis Gallego.

La enseñanza por ámbitos se aplicó de manera obligatoria en 1º de la ESO en el curso 2020-2021, con la idea de facilitar la transición del alumnado que llegaba desde 6º de Primaria, sobre todo tras haber permanecido seis meses sin clases presenciales. En el actual ejercicio se ha mantenido, dando la opción de hacer lo propio en 2º.

En la práctica supone combinar los contenidos de dos o tres materias, encargándose uno de los profesores de las mismas, trabajando contenidos con los que no siempre está familiarizado, o a través de la codocencia, lo que requiere de una importante coordinación previa entre los docentes y siempre que exista disponibilidad horaria por su parte, lo que no siempre se da.

Por ejemplo, se pueden combinar las asignaturas de Matemáticas, Biología y Tecnología (ámbito científico-tecnológico) o Castellano, Valenciano y Geografía e Historia (sociolingüístico). La conselleria no exige la agrupación de todas las materias, pero sí que se haga con varias.

En la entrega de firmas han participado varios profesores de la plataforma, así como representantes del área de Enseñanza de UGT. «Que se apliquen de manera voluntaria es una cuestión de democracia en el ámbito laboral», explica Kilian Cuerda, permanente sindical. «También reclamamos que en el caso de que se vaya a trabajar por ámbitos se den una serie de condiciones dignas que al final repercutirán en el alumnado, que es lo más importante», añade. El sindicato señala que faltan recursos materiales y critica que cuando se habla de codocencia en muchos casos las horas disponibles sólo cubren una de las áreas del ámbito, no todas.

Las dos entidades coinciden en que es necesario respetar la especialidad docente, es decir, que los profesionales asuman las materias que le corresponden y para las que están preparados. «Con este sistema hay profesores de Matemáticas que dan Biología pese a que no han tenido más experiencia en la materia que la de su plan de estudios, es decir, cuando estudiaban», completa Carmen de Julián, también de UGT, que reclama, entre otras medidas, más facilidades formativas y de coordinación para los profesores interesados, siempre de desde la voluntariedad, o las horas suficientes que permitan respetar el principio de especialidad en caso de codocencia.

«En la práctica ha supuesto la fusión de asignaturas, con las que sea o con las que se haya podido. En unos centros se ha hecho con Inglés y Música, en otros se ha combinado Tecnología con Geografía e Historia. Teóricamente se quería reducir profesores (para facilitar la transición de Primaria a Secundaria) pero ha provocado situaciones llamativas», tercia Marta Bartret, de la plataforma. «Así, en un centro con cinco grupos de 1º de la ESO, si había un especialista de Inglés que también controlaba de Música ha podido cubrir tres grupos conforme a su horario lectivo. Pero en los otros dos alguien sin la preparación suficiente en estas áreas ha tenido que asumirlas», ejemplifica.

«Que quede claro que no estamos peleando porque no nos viene bien a los profesores. No es así, es por la calidad de la enseñanza del alumnado», añade una compañera que prefiere no dar su nombre. «Puedo asumir que Biología o Matemáticas tienen puntos en común, pero no es adecuado combinarlas en 1º, sino más adelante, cuando han aprendido los contenidos básicos y saben manejarlos y relacionarlos», añade.

Juan Quílez va más allá. «La investigación educativa plantea que no son viables ni efectivos, sino que producen un efecto dañino para los alumnos. La conselleria los ha impuesto sin tener en cuenta estos trabajos», critica. Además lamenta que Educación no haya impulsado ningún tipo de evaluación para medir si en estos dos cursos de implantación se han cumplido las expectativas.

Irene Murcia, también de la plataforma, hace referencia a los resultados de la encuesta realizada en 174 institutos para enfatizar la idea de que es una metodología rechazada por la mayoría de profesionales. Básicamente se preguntaba por cómo se ha organizado 2º de la ESO, nivel en el que ya existe voluntariedad. Y en el 90,8% no se han aplicado, dato que coincide con la encuesta realizada por ANPE CV.

«Hay mucho profesorado descontento por cómo tiene que trabajar, porque no se siente a gusto pero sobre todo porque siente que está engañando a su alumnado, haciendo algo en lo que no cree», señala Murcia, antes de recordar que las familias que se lo puedan permitir buscarán fuera de la escuela los refuerzos necesarios, «pero muchísimas no tendrán esa oportunidad». En este sentido considera que la idea de que la educación pública funciona como un ascensor social «se está yendo a pique», y tilda la imposición de la metodología de «experimento» y «fraude».

La visión de la conselleria

Por su parte, desde Educación se alega que «en la práctica totalidad» de los centros donde se aplicaron en 1º «está siendo una experiencia muy valorada por el profesorado», que se rompe con la enseñanza basada en «compartimentos estancos» y que está dando «muy buenos resultados».

También se defiende que las agrupaciones las diseñan los equipos pedagógicos de los centros y que «favorece el aprendizaje competencial», señalando además que no se desatienden los contenidos, sino que «están integrados en lugar de estar fragmentados por áreas de conocimiento» al tratarse de un trabajo «interdisciplinar».

Las mismas fuentes puntualizan que no se ha sufrido una reducción de plantilla, «pues en las agrupaciones trabajan codo con codo los docentes de las distintas materias preparando y dando las clases conjuntamente», y que desde el verano de 2020 se han ofertado más de un millar de plazas formativas para el profesorado.

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