Más de 9.000 valencianos al día no se presentan a su cita en los centros de salud

La Conselleria de Sanidad prefiere no abordar el asunto y deja la pelota en el tejado del ministerio. Argumentan que se trata de una medida importante y que se debe acordar en el Consejo Interterritorial en Madrid junto al resto de autonomías, ya que en este caso una norma como esta debería adoptarse en el ámbito nacional. El lunes la ministra, Mónica García, se expresó al respecto y se mostró contraria a cobrar dinero a los ciudadanos por esto, aunque no se presenten. «Yo no acabo de confiar mucho en los modelos impositivos, prefiero hacer pedagogía de lo que significa tener una cita médica y de lo difícil que es ahora mismo», aseguró a Europa Press la ministra.

También se muestran en desacuerdo en la Asociación Española de Consumidores, que este martes se ha posicionado en contra de este posible cobro por citas sin anular en los servicios sanitarios. En un comunicado, ha señalado que «coinciden con la ministra en la necesidad de hacer pedagogía hacia un uso responsable y más razonable de los servicios sanitarios que nunca se ha hecho en este país». La asociación añade: «Muchas de estas faltas de asistencia están motivadas por el excesivo tiempo con el que se están dando las citas en algunos casos. Apostamos por una educación digital para la ciudadanía mayor enfocada a una mejor optimización de los recursos digitales que las Administraciones Sanitarias ofrecen», señalan.

En la Comunitat, esta cifra de 9.200 ausencias diarias se refiere tanto en los centros de salud como en las consultas de especialidades, aunque la gran mayoría, en torno a 7.000 personas, son en todas las citas de Atención Primaria. Sólo en las citas con el médico las ausencias superaron las 660.000 el año pasado. Hay diversos motivos para estas ausencias tan numerosas, pero sin duda uno de los principales es que pasa demasiado tiempo entre que se obtiene la cita hasta que llega el momento de la consulta. En ocasiones puede llegar a los ocho o nueve días de espera, aunque lo habitual, si no hay picos asistenciales por infecciones respiratorias, es que sea entre los cuatro y cinco días de demora. En octubre Sanidad se comprometió a que a lo largo de la actual legislatura se atenderían todas las citas de los pacientes en un máximo de tres días, aunque medio año después ese plazo se incumple en la mayoría de centros valencianos.

Lo que explica que si una persona está enferma, después de tantos días o bien ha experimentado una mejoría y ya no necesita ir al médico, o bien se ha buscado la solución por otra vía. Esas alternativas pueden ser acudir directamente al hospital, lo que conlleva que se saturen estos centros con patologías que se deberían ver en Atención Primaria, ir a un centro privado, lo que explica el gran crecimiento que están experimentando los seguros de salud en los últimos años en la Comunitat, o incluso seguir la peligrosa conducta de automedicarse o fiarse de consejos de internet. «El 'doctor Google' hace mucho daño», señaló la presidenta del Colegio de Médicos de Valencia, Mercedes Hurtado, hace unas semanas al respecto.

En centros de salud como el de Paiporta, Orihuela, Llíria o Babel de Alicante casi uno de cada tres pacientes citados no se presenta a sus citas, mientras que en Valencia ciudad las cifras son mucho más bajas, con menos del 9% de ausencias. Si estas personas que deciden no ir tuviesen la iniciativa de avisar al centro de salud, como quiso decir la ministra, se podrían reestructurar mejor las agendas de los médicos y dar cabida a más pacientes que tienen fecha para más adelante. En el total de España se pierden unas 11 millones de citas médicas cada año, mientras que Francia, para argumentar ese anuncio del gobierno, cifra en 27 millones de euros el coste anual que provocan aquellos que no acuden sin previo aviso.

También los pacientes suelen hacer referencia a la dificultad para cancelar una cita. Si es por medio telemático, muchos no logran acceder a la dirección correcta de la página web, en especial las personas mayores, mientras que por teléfono, otra queja habitual es que cuesta mucho que atiendan la llamada, por lo que el paciente acaba desistiendo y no avisa de su ausencia.

La Atención Primaria atraviesa una etapa de crisis por la falta de médicos, que los expertos avisan de que se va a complicar con el paso de los años. El motivo es que los nuevos médicos jóvenes no ven atractiva la especialidad de Familia ni Pediatría, que son las que nutren los centros de salud, y prefieren optar por otras para trabajar en hospitales y centros privados antes que en centros de salud. Esto provoca que haya dificultades para cubrir bajas por jubilaciones o enfermedades de los facultativos, ya que apenas se encuentran profesionales para sustituirlos.