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Miguel Lluch. El joven informático Miguel Lluch Ortega junto a su ordenador en una habitación de su domicilio. jesús signes
Precio cerrajeros | «Abrió mi puerta y luego me reclamó 500 euros»

«Abrió mi puerta y luego me reclamó 500 euros»

Miguel Lluch denuncia a un cerrajero que no le dio presupuesto y después quería cobrar el servicio quedándose un patinete

ALBA SANTOS CLOUX

Jueves, 21 de abril 2022, 00:04

Miguel Lluch Ortega es un joven de 19 años que se independizó hace ocho meses tras nacer su hija. El 25 de marzo, su pareja se dejó las llaves dentro de casa mientras él estaba trabajando. Nerviosa, buscó por internet la solución más rápida, encontró una página de servicios de cerrajería económicos en Valencia y llamó. «Cuando contactó con ellos, pidió un presupuesto orientativo, sin embargo, dijeron que no se lo podían dar porque no sabían qué tipo de cerradura era», afirmó Miguel.

Sobre las dos y media, el cerrajero llegó y el joven lo acompañó al piso mientras su pareja esperaba con su bebé en el portal. El operario comprobó el tipo de cerradura y sin decir nada sacó un trozo de plástico con forma de aleta, lo pasó por la puerta y la abrió. En este tipo de situaciones, los cerrajeros han de pedir un documento que acredite que la persona que está contratando sus servicios realmente vive ahí. «No le tuve ni que enseñar el DNI. En unos treinta segundos la puerta estaba abierta», explicó Miguel.

Un cerrajero sin escrúpulos pide un objeto como fianza a un cliente que no podía pagar un precio abusivo

Al finalizar, el cerrajero, que no había informado de cuál sería el presupuesto antes de llevar a cabo el servicio, sacó una hoja, le pidió los datos personales al joven y escribió los costes del trabajo. «Con su móvil sumó los gastos. En total eran 500 euros. Al principio pensaba que le faltaba una coma y que eran 50, pero no. Me quedé atónito», relató. El cerrajero le explicó a Miguel cuáles eran los costes, de los cuales él solo pudo recordar que «50 euros eran por el desplazamiento», mientras que el precio por este servicio debería oscilar entre los 60 y 300 euros, según fuentes de la cooperativa de ferretería valenciana.

«Yo no tenía ese dinero. Le enseñé mi cuenta bancaria para que viese que sólo tenía 250 euros. Era lo que tenía ahorrado y lo que necesitábamos para llegar a fin de mes. Me dijo que podía pagarle en dos tandas y que, para asegurarse de que lo haría, tenía que darle un objeto como fianza. Saqué la Play Station, pero él me propuso que le diera el patinete eléctrico. Me negué y le aseguré que pagaría los 250 restantes el 6 de abril», explicó Miguel, que tuvo que firmar un papel en el que declaraba que lo haría.

«Escribió en un papel el número de la cuenta a la que tenía que transferir el dinero, y el asunto que tenía que poner eran unas siglas», agregó. «Cuando bajábamos por el ascensor, me dio la sensación de que el hombre intentaba darme pena. Me decía que trabajaba mucho y que por ello no podía ver a su hija», señaló.

Servicio sin recibo

Una vez llegaron al portal, el cerrajero les informó de que, al pagar la factura en dos tandas, la primera tenía que ser en efectivo. «Previamente le habían dicho a mi pareja que podía pagar con tarjeta, pero aún así fui al banco, saqué dinero y se lo entregué. Se fue sin darme una factura o recibo que demostrara que le había pagado», afirmó.

Precios abusivos

  • Servicios urgentes. Algunos cerrajeros se aprovechan del nerviosismo y la urgencia de los clientes para cobrar precios abusivos.

  • 1.077 euros. A una vecina de Cartagena le cobraron 1.077 euros por abrir la puerta de su vivienda en la Nochevieja de 2020.

«Al día siguiente llamé a mi madre y, tras explicarle lo que había pasado, me dijo que seguramente se trataba de una estafa. Llamó a la compañía fingiendo que necesitaba su servicio, pidió un presupuesto orientativo para el mismo tipo de cerradura y le informaron de que serían 190 euros, 300 euros menos de lo que me cobraron a mí», dijo el joven. «Fuimos a la comisaría de la Policía y pusimos una denuncia. No me ofrecieron ninguna solución, pero me informaron de que si esto volvía a pasar tenía que llamar al 091», agregó.

«Fue un momento duro. Nos quedamos sin dinero. No podíamos ni comprar comida», explicó el joven, que ha intentado contactar con presunto estafador varias veces sin ningún resultado. «Han dejado de contestarme», concluyó.

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