La Acequia Real del Júcar pide modernizar todo el riego para ayudar a la Albufera

«Primero un recuerdo a todas las víctimas y a las poblaciones afectadas», indica el dirigente. La tragedia está todavía demasiado cerca pero hay que pensar ya en la nueva realidad, la transformación de toda la provincia después del desastre. Y el Parque Natural de la Albufera, como ha venido relatando LAS PROVINCIAS, ha sido uno de los damnificados.

Aún es pronto para conocer el alcance de los daños. Valero de Palma explica que no se han perdido sólo las cosechas, sino que hay un riesgo serio de que ocurra lo mismo con el arbolado. La inundación de miles de hectáreas supone la pérdida de inversiones de «muchos años».

A la espera de conocer el detalle de los daños, hay cifras estimativas, lo que es seguro es que el estado en el que ha quedado el lago de la Albufera está muy lejos de ser óptimo. La retirada de toneladas de basura arrastrada por la avenida de aguas será una operación logística más que complicada, lo que en principio comenzará la próxima semana.

Y un asunto de igual calado es lo que pasará con la calidad del agua, algo en lo que la Acequia Real del Júcar tiene mucho que decir. La entidad firmó el pasado mes de julio un acuerdo con la Generalitat para la instalación de riego por goteo en ocho sectores más de su ámbito. La idea es que cada vez que se modernice un área, parte del caudal que se ahorra por este motivo va a parar al humedal. Es decir, que conviene acelerar al máximo estas intervenciones. El acuerdo citado debe servir para sectores que estarán listos en 2026, a pesar de que algunos tienen más de una década de demora según el convenio firmado con el Gobierno.

Además de la aportación de la Generalitat, otros 40 millones de euros proceden de fondos europeos para la reconstrucción tras la pandemia. Estas últimas obras están tuteladas por el Ministerio de Agricultura.

La Acequia Real del Júcar riega cerca de 20.000 hectáreas y cuanto acabe la modernización, la previsión es que los ahorros alcancen unos 40 hectómetros cúbicos al año, un caudal que va directamente a la Albufera. «En el caso del parque natural no se trata tanto de la cantidad como de la calidad», indica Valero de Palma, para recordar que el lago se renueva de media unas 15 veces cada año. En total, hay 40 sectores aunque los arrozales no están sujetos obviamente a dicha modernización. Serán, eso sí, los principales beneficiados al recibir agua en el mejor estado, libre de cualquier rastro de abono.

«Los dramas de las empresas, los bajos, los comercios, son tremendos pero hay negocios que volverán a abrir. El agricultor ha perdido los ingresos del año y esperamos que no sea la inversión de más, que son los árboles», reiteró. Señaló que el decreto publicado se ocupa del campo y «acoge esa realidad» pero se mostró precavido de que cubra todas las pérdidas. «Hay daños en infraestructuras de riego, las acequias han servido para desaguar y la Albufera ha recibido gran parte de la riada. Todos los canales de riego del sur de Valencia están llenos de arena, fango y basura», explicó.

«De lo que se ha visto hasta ahora hay dañadas instalaciones eléctricas, bombeos, hidrantes, cabezales, cuadros, elementos de los aparatos fotovoltaicos, etc.», dijo, para señalar que los campos tienen una capa de lodo. «Tendrán que trabajarlos otra vez y con las depuradoras de la zona sin funcionar, los vertidos seguirán. Puede ser un problema», insistió sobre la calidad del agua en el gran humedal.

La DANA iniciada en el barranco de Chiva el 29 de octubre y que arrasó numerosas poblaciones dejó registros de récord también en el parque de la Albufera. El balance del Ayuntamiento de Valencia es que entró tanta agua en el lago como en un año y medio. Tal cual. «El aumento del nivel del agua considerando toda el área inundada, incluyendo la laguna y arrozales, implica que, con toda probabilidad, la Albufera recogió más de 120 hectómetros cúbicos en menos de 24 horas», aseguraron fuentes de la concejalía de Devesa-Albufera.

«Los 120 hectómetros cúbicos que entraron suponen una entrada de agua en torno a un 60% mayor de la que entra al sistema en un año», consideraron sobre la magnitud del caudal. Tras una primera fase de apertura de compuertas, los servicios de rescate pidieron cerrarlas y que el desagüe se realizara con las turbinas, lo que se hará hasta nueva orden. El nivel actual es de 13 (31 centímetros sobre el nivel del mar), mucho más bajo de lo normal para permitir la búsqueda de víctimas.