Uno de los acusados del caso Viveros que estaba desaparecido pide ahora aplazar el juicio a Fuset

Se trata de Jacobo Arribas que el pasado viernes, al parecer, se puso en contacto con un despacho de abogados de Valencia para que llevaran su defensa en este procedimiento.

El nuevo letrado ha solicitado más tiempo al juzgado para instruirse en la causa y proporcionar una defensa digna. El profesional lamenta que ahora mismo no dispone de la causa y apenas falta una semana para el inicio de las sesiones.

El acusado considera que su supuesta situación de «en paradero desconocido» se debe a un error de su anterior representación legal que nunca comunicó al juzgado su domicilio.

El procesado, en un escrito de su letrado, afirma haber estado hasta ahora al margen de este procedimiento. La falta de comunicación de su letrado le ha hecho perder la confianza en él por lo que ha buscado un nuevo equipo legal en Valencia.

El recién designado letrado considera que sería suficiente un aplazamiento de 15 días o un mes, quizá para comenzar a principios del próximo año, para preparar su estrategia de defensa. Sostiene que de no concederse esta medida excepcional se estaría vulnerando su derecho de defensa. Además, recuerda las penas que reclama la acusación particular, por encima de los tres años de cárcel, lo que llevaría a un ingreso en prisión en caso de una eventual condena. La decisión, en manos del juez.

El concejal aguarda el juicio final con la confianza de obtener una absolución. Sin embargo, en paralelo, las compañías aseguradoras mantienen abiertas líneas de comunicación para pactar una indemnización con la familia de la víctima -más alta y cobrada de inmediato- para que se retire el escrito de acusación y no sea necesaria la celebración de la vista.