La administración descarta reducir la cita previa en la Comunitat Valenciana pese a las quejas

Fuentes de la Conselleria de Justicia explicaron ayer que está previsto volver a revisar la situación actual de los funcionarios que se rige por una resolución del pasado mayo que desarrolla un decreto del Consell en el que se regula la teleadministración para adaptarse a las condiciones creadas por la pandemia.

Pero el posible cambio en la forma de trabajo de la administración todavía se mantiene sin fecha de forma que los ciudadanos tendrán que continuar lidiando con la cita previa tal y como se recoge en el punto sexto de la resolución firmada el 8 de mayo: «Con carácter general se potenciará la atención no presencial de personas usuarias al centro siempre que sea posible, priorizándose la atención telefónica y telemática, con el fin de evitar aglomeraciones y atender, solamente, aquello que sea estrictamente necesario, mediante cita previa, reforzándose los puntos de atención al público».

Tal y como recoge el texto del decreto, la cita previa se configura como la principal forma de atención al público. Así lo confirmaron ayer diversas administraciones. El Ayuntamiento de Valencia la mantendrá en departamentos como el del empadronamiento -con una fuerte demanda y en el que se acumulan las quejas-, los servicios sociales o para gestiones relacionadas con Hacienda y, según explicaron fuentes municipales, seguirá «el tiempo que lo aconseje la situación sanitaria».

También continuará en el registro general de la Conselleria de Educación como en el de las tres direcciones generales. Fuentes de Sanidad explicaron que también se precisa la cita previa para acudir al registro para presentar diversa documentación.

Desde la Conselleria de Igualdad explicaron que el principal servicio que tienen con este sistema de atención al ciudadano es el de Familias Numerosas y es anterior a la pandemia por lo que no hay previsión de cambiarlo.

La cita previa se mantendrá también pese a las quejas que ha generado y a que no cumple con uno de sus objetivos principales como es el de evitar las colas. Tal y como se observa en las imágenes publicadas ayer por LAS PROVINCIAS, la cola para entrar en la oficina de empadronamiento en la calle Periodista Azatti es larga y los que esperan no guardan la distancia de seguridad que la resolución de mayo fija en dos metros.

Además, no son pocas las quejas que está generando la cita previa. Por un lado, la brecha digital pasa factura ya que numerosos mayores o personas vulnerables no tienen acceso a la tecnología digital para pedirla y poder tratar con la administración. Por otro lado, varios ciudadanos han criticado las difíciles condiciones de acceso para conseguir una fecha, una circunstancia que se agrava en el caso de la oficina de empadronamiento que, por otra parte, ha reducido sus servicios.