La admisión de alumnos recupera las fechas habituales: las familias sabrán el colegio de sus hijos a principios de junio

Tres son las principales novedades del proceso: los cambios en las fechas respecto al último procedimiento, la acotación del punto por circunstancia específica que puede determinar cada centro y la elección de la lengua base que se quiere.

La resolución que regula el calendario sólo alude a las primeras, pues se adelantan respecto a la última admisión, que fue extemporánea por los cambios que introdujo el PP para adaptarla a su programa electoral -básicamente la implantación del distrito único-, modificar el sistema de prioridades y reservas y ordenar la asignación de plazas extraordinarias. Ahora los plazos de las diferentes fases, que afectan a la gran mayoría de las familias que participan, recuperan la normalidad.

Para Infantil y Primaria se podrá presentar la solicitud, en la que se marcan los centros elegidos, entre el 6 y el 14 de mayo. El año pasado osciló entre el 30 del citado mes y el 6 de junio. Y las listas de admitidos se conocerán el 4 de junio, casi un mes antes que en 2024 (llegaron el 1 de julio). Estas se convertirán en definitivas, tras resolver las reclamaciones que se presenten, el 18 (15 de julio en la admisión anterior). En cuanto a la matrícula, la vía telemática se iniciará ese mismo día y llegará hasta el 27 de junio (15-19 de julio en 2024), mientras que la presencial se prolongará un poco más: hasta el 2 de julio (23 en la anterior).

Las fechas para la admisión de alumnos en la ESO y Bachillerato también se adelantan ligeramente, aunque la diferencia no es tan grande como en las anteriores etapas, pues ya el año pasado se mantuvieron en los parámetros habituales. La presentación de solicitudes se realizará entre el 15 y el 23 de mayo respectivamente (4 y 10 de junio) y las listas provisionales se conocerán el 7 y el 14 de julio (11 y 16). Se convertirán en definitivas el 16 y el 22 (22 y 25). La formalización de la matrícula se acometerá entre el 16 y 21 de julio en la ESO y entre el 22 y el 25 en Bachillerato, mientras que si se hace de forma presencial el plazo límite se prolongará hasta el 22 y el 28 (26 y 31 en 2024).

Todos los trámites serán telemáticos, a través de la Secretaría Digital de la Generalitat, aunque las personas que carezcan de medios informáticos o de los necesarios conocimientos podrán hacerlo en los centros. Lo mismo se aplica para alumnos que entran en centros de Especial o aulas UECO y para los extranjeros que sólo dispongan de pasaporte.

Las familias, en la solicitud, deberán marcar los centros a los que quieren optar -hasta veinte- y también su preferencia de lengua base (más castellano o más valenciano). Para la mayoría, los que acceden a 1º de Infantil, la organización de sus aulas dependerá de lo que trasladen (los votos para cada lengua se pondrán en relación con la tabla de la ley por la que se regula la libertad educativa), mientras que para el resto de niveles las plazas ya estarán determinadas. De hecho, podrán saber previamente (el 5 de mayo y el 14 para ESO y Bachillerato) cuántas quedan libres en cada unidad, si es que quedan. Serán las que sobren tras adscribir a los estudiantes que han participado en la consulta lingüística celebrada entre febrero y marzo. Además, para entrar en 1º de Bachillerato pasará lo mismo que en 1º de Infantil: los aspirantes, que son todos aunque provengan del mismo centro y tengan prioridad, elegirán modalidad y también lengua.

La admisión sigue funcionando con la misma estructura que el año pasado: una fase ordinaria, otra extraordinaria para los que no consiguen plaza o no pudieran participar en la primera -que se resolverá en julio- y por último la continua, pensada para escolarizaciones sobrevenidas y con el curso ya iniciado.

Las reglas para asignar las plazas también se mantienen. Si hay menos solicitudes que puestos libres se entra directamente. De lo contrario, tras detraer los puestos reservados para alumnos con necesidades especiales que opten a centros ordinarios se valorarán criterios de prioridad, empezando por los que procedan del mismo centro o de un adscrito. A continuación, y en orden de prelación, se asignará plaza a aquellos que acrediten los siguientes requisitos:

A continuación, el sistema informático pasa a valorar el resto de solicitudes, ordenadas en función de los puntos obtenidos en la baremación. No influye el hecho de poner un colegio como primera o como última opción, pues se compite en igualdad de condiciones. Se darán las plazas a los que más puntos sumen, respetando el orden de preferencia que plasme la familia.

Si hay algún empate, los puestos se los quedarán los alumnos que sumen más puntos por hermanos en el centro, después los que consigan más por proximidad (casi todos tendrán los mismos por el distrito único) y en tercer lugar los que tengan más por la renta, además de otros criterios con un menor orden de prelación que se corresponden con el resto de opciones de puntuar. Si persiste, se adjudicarán en función de las letras de los apellidos, que deben decidirse en un sorteo público, todavía pendiente de celebrarse.

Otra novedad del proceso tiene que ver con el punto libre, llamado de circunstancia específica. En la admisión anterior la conselleria dio libertad a los centros para definir sus propios criterios, además de sugerir diferentes opciones. Y resultó polémico, pues hubo escuelas que aplicaron requisitos que la administración consideró discriminatorios, quedando anulados una vez finalizado el plazo de presentación de solicitudes. En esta ocasión sólo podrán fijar las circunstancias que propone la conselleria, que acepta 28 casuísticas distintas.

El último cambio tiene que ver con el procedimiento de confirmación de plaza en los centros adscritos, que será telemático y se realizará entre el 20 y el 27 de este mes. Las familias que deben realizarla han recibido ya un correo electrónico con la información de del proceso y el enlace para participar.