![Los agricultores no saben qué hacer con la paja del arroz a un mes de la cosecha](https://s2.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2024/08/02/pajaarroz-Rn7Mr5ytGYWEeSvIXWDpRwN-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
![Los agricultores no saben qué hacer con la paja del arroz a un mes de la cosecha](https://s2.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2024/08/02/pajaarroz-Rn7Mr5ytGYWEeSvIXWDpRwN-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
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Apenas falta un mes para que comience la cosecha del arroz y los agricultores de la Albufera no saben qué es lo que tienen que hacer con los restos, con la paja del arroz. Se trata de un problema que se plantea todos los ... años y que suele generar polémica.
«No sabemos si se va a recoger, si van a permitir que se queme o qué es lo que quieren que hagamos este año«, explica José Pascual Fortea, delegado de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA). Y añade que »necesitamos saberlo para saber qué hacer con ella. Si hay que triturarla, prepararla para la quema o para su transporte«.
Lo que está claro es que la paja no se puede quedar en el campo. Es lo único que hay que evitar porque si entra en contacto con el agua se puede producir el fenómeno conocido como aguas negras o anoxia (falta de oxígeno) que puede generar la muerte de muchos peces como ya ha ocurrido en otras ocasiones.
Desde la Conselleria de Medio Ambiente han señalado que están manteniendo reuniones con Agricultura y se está elaborando una resolución conjunta entre ambas consellerias que permita funcionar con agilidad como en años anteriores. Señalan que en breve saldrá la resolución para que esté lista a comienzo de la campaña.
En cualquier caso, los agricultores están confusos. Señalan que con el nuevo gobierno la quema de la paja del arroz ha estado en varias consellerias. Empezó en Medio Ambiente, luego pasó a Agricultura y ahora ha vuelto a Medio Ambiente. «Se pasan la pelota de uno a otro», explica Fortea que añade que cada vez tienen que explicar todo el proceso a su nuevo interlocutor «y cuando ya se lo sabe, se cambia».
Pero al margen del malestar con las consellerias, «lo que necesitamos es saber qué se va a hacer de forma urgente: No puede ser que a un mes del inicio de la cosecha todavía no sepamos qué se va a hacer con la paja del arroz», sostiene el representante de los arroceros.
El año pasado fue un sistema de transición porque los nuevos gestores acababan de tomar posesión de sus cargos. Se permitió la quema con una autorización previa de Agricultura y se anularon las medidas tomadas por el Botánico el año anterior que restringía la quema.
El sistema pergeñado por el Botánico condicionaba el uso del fuego únicamente a la existencia de aguas negras u otras disfunciones orgánicas adecuadamente justificadas. Se apostaba claramente por la recogida de la paja del arroz frente a las quemas controladas.
Este procedimiento sustituyó al que había imperado las temporadas anteriores. Entonces se dividió el parque en dos zonas de forma que se podía quemar en una de ellas de forma alternativa según el año.
Los agricultores son partidarios del uso del fuego como el medio más eficaz para acabar con estos restos de la cosecha. Consideran que en unos pocos días se puede acabar con ellos y prácticamente sin molestias para la población si se elige el momento en el que el viento sopla hacia el mar. Sin embargo, esta práctica tiene otro inconveniente. Una directiva de la Unión Europea restringe esta práctica en los parajes naturales como es la Albufera.
Frente a esta opción se encuentra otra posición defendida por asociaciones ecologistas que apuestan por la recogida de estos restos y su traslado a plantas de tratamiento. El problema es doble. Por un lado, no se dispone de suficientes plantas y la pregunta es qué se hace con estos restos.
Por otra parte, la recogida de la paja de arroz tiene otro inconveniente y es las dificultades que acarrea esta tarea, especialmente en las zonas más bajas del paraje. En estas localizaciones del parque las máquinas que se dedican a la recogida de los restos de la cosecha no pueden pasar porque se hunden en el fango y están incapacitadas para ejercer su labor.
A los agricultores siempre les queda el fangueo (fanguejat en valenciano). Es un procedimiento por el que se incorporan los restos de la cosecha al campo mezclándolos con la tierra. El problema de esta práctica es que aumenta los niveles de materia orgánica en la tierra lo que puede producir inconvenientes a la hora de cultivar el arroz si se realiza muy frecuentemente.
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