«El agua salía por todas partes, de los baños y los desagües, e inundó el bajo»

Una de las peores partes de la DANA de este fin de semana en la provincia de Valencia se la llevó Alginet, donde cayeron más de 130 litros por metro cuadrado en pocas horas. Esta situación provocó que uno de los barrancos que atraviesa el casco urbano se desbordara y que la zona baja del municipio se inundara al subir el nivel freático en algunas viviendas.

«Esta vez nos han entrado dos dedos de agua pero nos salía por el baño y los desagües», explica angustiada Paqui, una vecina de la calle Trullàs. Esta vía se encuentra junto al barranco del mismo nombre, que es el que genera la mayoría de problemas en Alginet, ya que no tiene una zona adecuada donde desembocar y crea un tapón que afecta a las viviendas de este barrio.

«Es un desastre. Siempre que llueve un poco fuerte se sale el agua y no ponen solución. El arreglo que han hecho es todavía peor», lamenta Elvira, otra vecina de la zona que durante la mañana se afanaba en fregar la portería donde entró el agua. Algunas casas corrieron peor suerte y vieron como los bajos se llenaban hasta medio metro, estropeando muebles y enseres que no les dio tiempo a retirar. «Hasta las cinco de la mañana estuve ayudando a una de las vecinas a quitar todo el barro, allí el agua les llegó hasta casi la rodilla», señala Elvira.

Son muchos los vecinos que han puesto a la venta sus casas ya que cuando los propietarios fallecen, sus hijos no quieren quedarse en la zona por las molestias que supone estar siempre pendiente de las lluvias. «No se vende ninguna, la gente sabe lo que pasa», lamenta otra residente de la zona.

La DANA que ha tenido en alerta durante el fin de semana a toda la Comunitat también afectó a algunos locales comerciales de esta área de Alginet. En un establecimiento de apuestas el agua llenó toda la sala ya que salía también por los baños y por una de las conducciones. Su propietario además recuerda cómo durante Gloria el nivel del agua alcanzó más de un metro dentro del local.

«El barranco se sale y siempre es el mismo problema. Estamos cansados. Ponemos en alto todo lo que podemos pero la lavadora nosotros no la podemos levantar y la tendremos hasta que resista », se resigna Paqui que como muchos otros vecinos colocan barreras de madera en sus puertas para intentar frenar el avance del agua. Otros optan por plásticos pero nada es suficiente cuando el barranco se desbordado cuando sube el nivel freático y el agua aparece desde el interior de las propias viviendas.

Ante esta problemática, los vecinos de esta área de Alginet incluso han recogido firmas para pedir soluciones al Ayuntamiento que hace un tiempo colocó una tubería pero los residentes aseguran que esto todavía ha generado más molestias ya que el cauce sigue sin tener una zona para verter el agua.

Por su parte, el Ayuntamiento de Alginet recuerda que hay un proyecto pendiente de la Confederación Hidrográfica del Júcar para desviar cauces como el Trullàs y otros que recorren la población fuera del casco urbano.

Una iniciativa de gran envergadura valorada en más de 70 millones de euros por lo que son conscientes de su dificultad de ejecución pero recuerdan que la CHJ debe actuar como han hecho en otros municipios cercanos. Y es que el consistorio no tiene competencia ni capacidad económica para realizar este tipo de actuaciones tan costosas que ayuden a evitar las continuas riadas en la zona más baja de la localidad.

La fuerza con la que corría el agua el sábado por el barranco Trullàs contrasta con la imagen poco más de 24 horas después en el que su cauce está totalmente seco y sólo algunas cañas y montones de barro quedan del pasado temporal. Sin embargo, las calles cercanas se convirtieron en pequeños ríos por los que circulaba el agua que el barranco no podía asimilar.

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