![Embarcadero en la Albufera, hasta hace poco cubierto de agua.](https://s2.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2024/11/07/paula_20241106235651-RuL8DW1R0fVlDtslg7HakQJ-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
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Las barcas estarán amarradas en los puertos de la Albufera hasta nueva orden, algo que los pescadores no esperan en unos días. La DANA ha arrastrado miles de toneladas de una mezcla de fango y residuos de todo tipo, junto con vehículos, productos arrancados de las naves de los polígonos cercanos a la Pista de Silla y basura que llegó flotando desde centros de reciclaje.
Ese es el motivo de que la Generalitat haya pedido a los pescadores de El Palmar que no salgan a faenar, según confirmó ayer el presidente de la Comunitat, José Caballer. Las barcas pueden trabajar todo el año la modalidad de pesca ambulante para la llisa, precisó, mientras que los puestos fijos que sirven para las anguilas pueden estar en activo desde el 1 de noviembre hasta el 30 de abril.
Es decir, que el medio centenar de puestos fijos repartidos por el lago no se puede utilizar. Quedará pendiente también una limpieza profunda de los canales y acequias, con la retirada de residuos. Caballer comentó que la conselleria se dedica ahora a tomar muestras de agua para comprobar su calidad, aunque el resultado no será del todo fiable hasta que se cierren las compuertas. Esto se produce para bajar el nivel, que subió hasta los 110 centímetros por encima de su profundidad habitual, mientras que ayer estaba en 35 centímetros, según informó el servicio de Devesa-Albufera.
Caballer señaló que esta apertura impide también la pesca con seguridad. «Debe bajar el nivel del lago hasta que se regule como toca. Entonces se reducirán mucho las corrientes y podremos trabajar con seguridad», dijo. Además, cuando baje el nivel, los pescadores podrán comprobar los daños en los puestos.
El agua está muy turbia con el característico color del barro rojizo. Eso, precisó el presidente, no supone ningún problema, aunque otro asunto bien diferente es todo lo que ha llegado arrastrado desde los polígonos. Como se ha venido publicando estos días, hasta vehículos han acabado en los arrozales. Caballer finalizó diciendo que mantiene la reivindicación de que la Rambla del Poyo y el nuevo cauce estén unidos por una conexión, a pesar de que es incompatible con la Ley de Huerta.
En la situación de los agricultores reina la misma incertidumbre. Miguel Minguet, de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), analiza el problema dividiendo el humedal en dos zonas. La parte norte, desde Silla y El Saler hacia Valencia, es la que ha resultado más dañada por todos los vertidos llegados desde los polígonos industriales y la que requerirá más trabajo.
Dentro de la desgracia, el 15 de octubre se acabó de cosechar el arroz y la siguiente plantación llegará en febrero. Hasta entonces, la Albufera será un refugio para las aves migratorias. «En la zona sur ha llegado mucha tierra pero eso no es problema», dice, al margen de la necesidad de reforzar todas las motas.
En la parte que enfrenta a Alfafar, Massanassa, Catarroja y Valencia es donde hay «montones de restos», además de roturas en los sistemas de riego y otras instalaciones. «Confiamos en que lleguen ayudas públicas para reparar todo eso», dijo.
De las 15.000 hectáreas que hay en el parque, unas 3.000 son de campos agrícolas y la afección ha sido masiva. En cuanto al posible perjuicio de los vertidos a los campos, indicó que dentro de un tiempo se verá, lo mismo que si se mantendrá la «oleada de solidaridad» o serán los agricultores los que deban hacer frente a las reparaciones sin ayudas públicas.
En cuanto al estado de las playas, el resultado de la DANA ha sido destrozar literalmente la recuperación del litoral que hizo la Demarcación de Costas hace unos meses. Fuentes de la asociación de vecinos la Devesa de El Saler indicaron que la capa de residuos tiene un metro de grosor en algunas zonas y los cordones dunares «han quedado seriamente afectados», lo mismo que las zonas de nidificación de aves protegidas. Las mismas fuentes señalaron que corresponde a Costas «la recuperación del litoral, deberían estar ya limpiando y retirando basura».
Por último, la concejalía de Devesa Albufera estimó que hay 155.000 metros cuadrados del lago cubiertos de residuos, lo que equivale a 15 campos de fútbol. El concejal de Devesa-Albufera, José Gosálbez, dijo que están «evaluando exhaustivamente los daños para acometer de inmediato todas las acciones necesarias para la conservación y protección de la Albufera», junto con la vigilancia continua del descenso del nivel, que se mantiene todavía 35 centímetros por encima de lo normal.
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