Con la llegada de la primavera se multiplican los síntomas en los valencianos que sufren de alergia y más si cabe este año, que está siendo especialmente seco y caluroso en la Comunitat. Los estornudos, mocos, rinoconjuntivitis, tos o picor de ojos forman parte ya ... del panorama social durante los próximos meses. Y es que, según los expertos, la alergia va a durar más tiempo y con efectos más intensos. Los principales enemigos, especialmente en la ciudad de Valencia, son los ácaros, la contaminación, el polen y el plátano de sombra. Este último árbol ha aumentado mucho su afectación a los alérgicos en las últimas semanas.
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Para la presidenta de la Asociación Valenciana de Alergología (Avaic), Carmen Andreu, este año «el tipo de síntomas son los mismos, congestión, falta de aire, pero lo que cambia es la intensidad y cuántos días duren. Los nuevos alérgenos son pólenes más agresivos, son proteínas de defensa de la planta ante condiciones adversas», explica. «La cantidad de polen es la misma pero el contenido en proteínas de alergia es más alto y provocan que los síntomas sean mayores y durante más tiempo», determina la experta.
«La duración de la alergia en cada persona depende de como esté la climatología, pero podemos estar desde marzo a finales de junio con polen de unas plantas u otras», expresa la experta. «Antes la primavera estaba más delimitada en el tiempo, pero en los últimos años con el cambio climático empiezan a finales de febrero hasta junio y luego después del verano algunas plantas vuelven a dar polen. Hay alérgicos que están siete u ocho meses al año con síntomas, mientras que hace años eran sólo dos o tres meses», apunta Andreu.
Las altas temperaturas que están habiendo durante todo el mes de marzo hasta ahora influye también en que empiece antes el polen. «La parietaria, las malas hierbas, ya parece que empieza a haber polen por las temperaturas, pero al no haber llovido no va a ser niveles muy altos. Para que una persona tenga síntomas se une la cantidad de polen con las condiciones ambientales, como la humedad y la contaminación», apunta. «Al tener en Valencia un clima cálido y seco, cuando hace viento provoca que aunque haya poco polen, el aire lo levante, está en suspensión. Por eso si no llueve, aunque haya menos cantidad es más fácil respirarlo. y al no llover hay más cotaminación», destaca la presidenta.
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Y esa contaminación se da en las principales ciudades de la Comunitat. «Las partículas de los coches diésel y el ozono producen efectos en los alérgicos. Irritan las vías respiratorias, incluso los no alérgicos tienen síntomas, como estornudos o picores en los ojos», detalla Andreu. «Esas partículas hacen que el alérgeno entre en el cuerpo y produzca síntomas, y con las vías irritadas es más fácil que entre ese alérgeno. Por eso con niveles que no sean muy altos de polen puede que los alérgicos tengan más síntomas», explica.
Según los datos que manejan los expertos, la previsión para esta primavera es de cierta suavidad. «Con las temperaturas cálidas estamos viendo que los niveles de polen de malezas están empezando a florecer. Hemos tenido polen de ciprés en marzo, que ha sido muy similar al año pasado», indica. «Este año la previsión es de una primavera suave, sin niveles elevados de polen».
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La falta de lluvias que ha habido durante todo el invierno, que ha sido muy seco y cálido, ha hecho que las plantas no hayan polinizado». Aunque lo que sí ha protagonizado un pico considerable de alergia ha sido el polen del árbol plátano de sombra, muy común en la ciudad de Valencia. «Ha sido muy destacado, produce rinoconjuntivitis, mocos, estornudos, picor de ojos, hay muchos pacientes con síntomas oculares, y en un ambiente muy seco con contaminación afecta más a los ojos. Y si es asmático al respirar el polen puede tener crisis de asma, tos, pitos, y notar que le cuesta respirar», añade.
Hasta tal punto está afectando el plátano de sombra que muchas personas cambian su recorrido habitual en función de si en esa calle está ese árbol. «Los alérgicos identifican en qué calles hay y van por otras para evitarlo. Ese árbol tienes que estar cerca para que te de alergia», comenta la responsable de Avaic.
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Lo que también afecta mucho, especialmente en Valencia ciudad, son los ácaros del polvo. Provocan estornudos y goteo de la nariz en los alérgicos y el clima de la capital favorece su expansión. «En las zonas de costa hay más ácaros, que necesitan calor y humedad para crecer, hay más alérgicos que en el interior. Valencia ciudad es más propensa a los ácaros», dice Andreu.
En cuanto a las gramíneas, es lo que más alergia da en toda España, y está presente en el césped, o en espigas que se enganchan a la ropa. «En zonas secas los niveles de polen van subiendo, pero como nos vamos desertizando más cada vez, hay por más sitios, tenemos de todo en la Comunitat», establece Andreu.
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Para la experta, saber si va a haber o no un gran pico de alergia esta primavera «depende mucho de si en los próximos días va a llover», dice. «Si no llueve será una subida progresiva, pero no un pico. En cambio si llueve, unos días después habrá un pico de polen porque las malezas necesitan muy poca agua para florecer», apunta.
Desde la sociedad valenciana recomiendan que en caso de haber sospecha de que se pueda ser alérgico, se acuda al médico de Primaria, que le puede remitir al alergólogo. «Hay que determinar qué planta da alergia. Es importante la prevención, por ejemplo saliendo a la calle con gafas de sol y mascarilla para no respirar el polen, no tender ropa al aire libre, usar filtros anti polen en el aire acondicionado. Hay tratamiento con spray nasal, inhaladores, y dependiendo de los síntomas, las vacunas son lo fundamental», explica Andreu.
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Para la doctora Teresa Sánchez-Minguet, responsable de la Unidad de Oftalmología de los hospitales Vithas Valencia 9 de Octubre, Consuelo y Aguas Vivas, «los ojos son uno de los órganos que más sufre este cambio estacional. Por esta razón, es clave prevenir la salud ocular cuando aparecen síntomas como lagrimeo, picor y sensibilidad. Es normal que los ojos emitan una respuesta ante esta situación de molestia estacional». La profesional subraya la importancia de visitar a un especialista para que determine un diagnóstico y el paciente reciba el tratamiento adecuado.
La conjuntivitis alérgica es una inflamación conjuntival aguda, intermitente o crónica, causada normalmente por alérgenos aéreos, como el polen o las esporas, que afecta a la totalidad de la superficie ocular. «Aunque existen casos más intensos que otros, -comenta la especialista-, es una de las afecciones oculares más frecuentes tanto de la población adulta como infantil. Por los ojos entran millones de elementos alérgicos provenientes de la contaminación y el ambiente», apunta.
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