Sin aletas no hay paraíso: Dónde bucear en la Comunitat

El mar nos invade y nos obliga a ser orilla, decía Mario Benedetti. Pero, ¿y si en vez de relajarnos con el vaivén de las olas nos sumergimos en ellas? En el caso del litoral valenciano, que abarca más de 600 kilómetros de longitud, podremos descubrir una amplia fauna y flora marina que deja boquiabierto a todo aquel que se sumerge en sus aguas, según Antonio Puig, director del centro buceo Delfín en Cullera.

Reservas naturales, arrecifes o puntos de interés, como los barcos hundidos -muchos de ellos datados en la primera Guerra Mundial- se esconden bajo el Mediterráneo formando paisajes marinos dignos de admirar. En ellos, confluyen una gran variedad de epecies y su visibilidad dependerá de la claridad del agua, la profundidad y la hora en la que se realice la inmersión.

La costa valenciana es un buen lugar para realizar actividades subacuáticas, según corroboraron los diferentes clubes de buceos. Aunque si se desea observar una mayor diversidad de especies hay que dirigirse al sur de la Comunitat, donde los suelos rocosos convierten a la región en un verdadero parque temático al alcance de cualquiera.

En la Marina Alta, la Marina Baixa y, en especial, la isla de Tabarca, el paisaje se combina con acantilados, grietas y cuevas acuáticas donde poder practicar tanto snorkel como buceo. Desde la Federación de Actividades Subacuáticas (FEDA) de la Comunitat recomiendan que «aunque el snorkel requiera una menor profesionalidad, ir por parejas y seguir las indicaciones es esencial». Además, advirtieron que es necesario tener en cuenta la normativa de cada zona, ya que «varía según autonomías».

Los fondos prácticamente vírgenes de las islas Columbretes, en la costa de Castellón, convierten al archipiélago en uno de los destinos más codiciados por los buceadores. Está catalogado como Reserva Marina y el acceso sus aguas queda limitado a número de buceadores reducido.

Debido a sus fondos arenosos, las aguas de la provincia de Valencia no son las más idóneas para realizar estas actividades. Sin embargo, los profesionales del buceo recomiendan Las Corvas (Cullera). A tan solo unas millas de la localidad, se puede encontrar un arrecife lleno de vida. Los especialistas también señalan el punto de interés de Canet de Berenguer, donde la fauna y flora ha hecho suya la madera hundida.

Para pasar un verano entre aletas, los buceadores recomiendan ir acompañados y señalizar las zonas de inmersión. Los niños entre ocho y nueve años únicamente podrán sumergirse en piscinas y desde los diez hasta los quince años, se irán imponiendo límites de profundidad. A partir de esta edad, se tendrá en cuenta las destrezas de quienes lo practiquen. Sin recorrer grandes distancias, solo queda disfrutar del paraíso submarino que ofrece la costa de nuestra Comunitat.