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Figuración de la plaza Manuel Broseta, una vez finalice el ajardinamiento. UV

Alumnos y profesores convivirán durante dos cursos con las obras del campus de Tarongers

El ajardinamiento permitirá sustituir el pavimento actual por zonas verdes y se ejecutará en seis fases para interferir lo menos posible en la actividad de la Universitat | De manera paralela se levantará el nuevo aulario, que costará casi veinte millones de euros

Joaquín Batista

Valencia

Martes, 9 de julio 2024, 00:05

La Universitat de València acaba de adjudicar dos de las obras más importantes de los últimos años, con permiso de la rehabilitación del antiguo colegio mayor Lluís Vives, que afronta su recta final para entrar en funcionamiento el curso que viene. Se trata del ajardinamiento ... del campus de Tarongers, para sustituir el pavimento adoquinado por amplias zonas verdes, y de la construcción del nuevo aulario oeste 2, que permitirá cubrir las necesidades docentes de la institución académica.

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Ambas intervenciones, que avanzarán de manera paralela y se han adjudicado a la empresa Rover Infraestructuras, obligarán a alumnos, profesores y demás personal del campus a convivir con los trabajos durante todo el próximo curso y el siguiente, pues el nuevo edificio estará listo para el inicio del 2026-2027, según las hipótesis que maneja el Rectorado.

El proyecto de ajardinamiento parte de la propuesta Trencant en Verd, que ganó por votación popular el concurso de ideas convocado en septiembre de 2022. Las obras costarán 5,4 millones de euros y se han dividido en seis fases, que se podrán solapar, y de las que cuatro se corresponden con la parte este, la más extensa de la actuación (39.417 metros cuadrados de superficie).

Exactamente se corresponde con las zonas comunes que conectan los aularios norte y sur y las facultades de Derecho y Economía (predominará el verde, con itinerarios de adoquín para garantizar los flujos de personas y los accesos). También incluirá la reforma de la plaza Manuel Broseta, que podrá acoger eventos al aire libre en las inmediaciones de la biblioteca Gregori Maians, en la que se habilitará un graderío, la adecuación del parking en superficie que recae a Ramón Llull, que se convertirá en una extensa pradera, y la creación de una zona que contará con mobiliario para funcionar como aulas al aire libre justo arriba del aparcamiento, en los actuales jardines recayentes tanto a la calle citada como a la avenida Tarongers.

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Graderío anexo a a la biblioteca Gregori Mainas. UV

Tal y como explica Justo Herrera, vicerrector de Infraestructuras, una vez se firme el contrato, las obras podrían empezar el próximo mes. Siempre que no se presente ningún recurso derivado de la adjudicación. Teniendo en cuenta que el plazo de ejecución para la adecuación de toda la zona este es de doce meses, se puede inferir que la mayor parte del ajardinamiento estaría acabada para inicio del curso 2025-2026. «La intención es poder aprovechar agosto para realizar los trabajos más molestos en cuanto a ruido, como es el levantamiento del pavimento existente», añade Herrera.

Las tareas en la parte oeste del campus (8.719 metros cuadrados de superficie) se prolongarán durante siete meses. Afectarán a los espacios comunes de las facultades de Ciencias Sociales y Magisterio, la biblioteca María Moliner, la cafetería, el pabellón de deportes y los aularios oeste 1 y oeste 2, que es el que está pendiente de construcción. La filosofía es la misma: ganar zonas verdes con un gran eje longitudinal habilitando los diferentes itinerarios de acceso, por ejemplo junto a las fachadas de los centros. Aunque el proyecto divide la intervención en dos subfases, «se intentará que estén sincronizadas».

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La ventaja de que se tenga que levantar el nuevo edificio es que se acotará la zona, compatibilizando los trabajos de construcción, cuando se llegue a la intervención en el interior del inmueble, con el ajardinamiento del perímetro, lo que implicará reducir la afección, sobre todo en términos de movilidad. La previsión es que la fase oeste pueda estar finalizada a lo largo del curso 2025-2026. Aunque para adecuar las zonas verdes se dispone de siete meses, hay que tener en cuenta que la actuación en los espacios colindantes deberá esperar a que avance el aulario.

En cuanto a la compatibilidad de las obras con el uso diario del campus, Herrera destaca que «desde el momento del diseño se contemplaba la creación de un grupo de seguimiento en el que estarán representados los centros, los servicios del campus, la empresa, los usuarios y el Rectorado», que se reunirá periódicamente -al principio cada semana y luego cada quince días- «para ir analizando la situación». La idea es «pilotar y no tanto interrumpir», por ejemplo, reprogramando trabajos que puedan ser especialmente molestos. Un ejemplo claro, ya previsto, es que no se actuará en las inmediaciones de los aularios o las bibliotecas coincidiendo con los exámenes. Entre las afecciones también se contempla el cierre de las cafeterías de los aularios cuando se llegue a sus inmediaciones, y se han previsto rutas de acceso provisionales y de evacuación para todos los centros.

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Por lo que respecta al aulario oeste 2, que costará 19, 02 millones de euros, si no hay recursos de las licitadoras y se puede firmar el contrato a finales de este mes se llegaría a iniciar durante agosto, por lo que podría estar para el tramo final del 2025-2026 o ya de cara al arranque del 2026-2027.

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