Los alumnos regresan a la UPV con cuentagotas: «Las clases presenciales se aprovechan más»

La Universitat Politècnica de València (UPV) ha empezado este lunes a recuperar las clases presenciales, aunque con cuentagotas, después de que la institución haya dado autonomía a sus diferentes escuelas para adaptar la docencia a las posibilidades de los alumnos. Así, la UPV se ha adelantado a las previsiones iniciales, pues se planteaba un retorno progresivo a partir del 9 de diciembre.

En cualquier caso, la jornada fue muy diferente a lo que se puede considerar normal. La principal evidencia era que se podía aparcar con mucha facilidad en la avenida de los Naranjos. Además, los establecimientos del Ágora funcionaban a medio gas y apenas se veía actividad en los espacios comunes y de paso del campus de Vera.

«Tras valorar las condiciones actuales junto con los responsables de los diferentes centros, coordinadores de departamentos y estructuras de investigación y con el presidente del Consejo de Estudiantes, se ha tomado la decisión de reanudar progresivamente y de forma escalonada las actividades académicas en formato paralelo, con formación en aula y online», señalaba el comunicado oficial de la institución, que planteaba la posibilidad de reanudar este lunes la presencialidad para alumnos de 1º de grado y máster.

Fuentes de la universidad explicaron que las escuelas de Industriales e Informática han decidido continuar con el formato en línea, mientras que el resto han optado por el modelo híbrido. En síntesis, han acudido a clase aquellos que no tenían problemas para hacerlo, bien por situaciones personales o por dificultades de movilidad. A partir del próximo lunes se podrán sumar los alumnos de 2º, mientras que el resto lo harán a partir del día 9. En cualquier caso, el calendario es flexible y se adaptará a las posibilidades de cada estudiante. En cuanto a las prácticas, las mismas fuentes explicaron que ya habían retomado la presencialidad.

La valoración entre los estudiantes se puede considerar positiva. Por el mayor aprovechamiento de las clases presenciales y también porque facilitan la socialización. «Lo echaba de menos la verdad, yo creo que en clase entiendes mejor los contenidos, y estar con los compañeros ayuda», explicaba Irene San Andrés, estudiante de 1º de Fundamentos de la Arquitectura poco antes de volver a pisar un aula tras casi un mes de formación a distancia.

La misma sensación trasladó Rodrigo Ipiens, de 1º de Ingeniería en Caminos, Canales y Puertos. «Las clases online se hacen más pesadas: estás sólo en casa delante de una pantalla, y la comunicación es mucho más complicada. Aquí (físicamente) aprovechas más el tiempo. El profesor te habla más de tú a tú y al estar con los compañeros como que te presionas y exiges a ti mismo para seguir el ritmo de clase», sentenciaba.

Danilo Jara, natural de un pueblo de Murcia y estudiante de 4º de Ingeniería en Diseño Industrial, retornó a su localidad durante el parón de la presencialidad. Este lunes ha vuelto a pisar el campus de Vera con unas prácticas de laboratorio. «Sólo tres personas hemos confirmado asistencia porque podíamos venir», explicaba, antes de coincidir con la idea de la ventaja de la presencialidad: «Le sacas más provecho. Las clases online te provocan la sensación de que no aprovechas tanto el tiempo invertido», explicaba.

«Las clases online no las sigues tan bien, como que te acomodas. Tocaba volver, y también socializar», coincidieron, por su parte, Lucía y Celia, compañeras de 1º del doble grado de Ingeniería Agroalimentaria y Ciencia y Tecnología de los Alimentos.

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