![Los alumnos valencianos pinchan en creatividad](https://s1.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2024/06/18/alumnos-kmRD-RAhS13P9ku8KjQhRhA1QWuO-1200x840@Las%20Provincias-LasProvincias.jpg)
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Los estudiantes valencianos que participaron en la última edición del informe PISA obtuvieron buenos resultados en las destrezas principales (matemáticas, lectura y ciencias), aunque no sobresalieron en pensamiento creativo, que fue la competencia innovadora que se evaluó en las pruebas de 2022 y cuyos ... resultados se han dado a conocer este martes. A finales de mes se publicarán los datos de la destreza financiera, que es otra de las áreas analizadas.
La Comunitat, con un promedio de 32,5 puntos, se ha situado en el décimo puesto del ranking autonómico, que encabezan Madrid y Castilla y León, dos de las regiones que ya destacaron en el estudio general. La media estatal es ligeramente superior (32,8), lo que coloca a España en su conjunto en una posición más favorable que los países de la Unión Europea (32,1). Incluso por encima del promedio global, que se extrae de los resultados obtenidos por los países pertenecientes a la OCDE (32,7), la organización que impulsa de esta evaluación. Así, obtiene mejores resultados que los que cabía esperar en base a su desempeño en las competencias principales, en las que por contra sí destacó la Comunitat, que no brilla en esta destreza. A nivel internacional, Corea y Canadá ha sido los países con mejores resultados.
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En esta edición de PISA participaron 966 centros educativos y casi 30.800 estudiantes españoles. Se trata de jóvenes de entre 15 y 16 años que en su mayor parte estaban cursando 4º de la ESO. Más allá de los ejercicios sobre las destrezas principales, la prueba sobre pensamiento creativo consistió en 32 tareas específicas organizadas en cuatro áreas: expresión escrita, visual, resolución de problemas sociales y científicos. Se pretendía medir su capacidad para generar ideas diversas e innovadoras, así como de mejorar las preexistentes. La información se completó con cuestionarios de contexto en los que también participaron familias y directores de centros.
El estudio define el pensamiento creativo como «la competencia que permite interesarse, de forma productiva, en la generación, evaluación y mejora de las ideas que puedan dar lugar a soluciones originales y eficaces, hagan avanzar el conocimiento y resulten ser expresiones sorprendentes de la imaginación». Y teniendo en cuenta que la actitud creativa ha sido un motor básico de los avances sociales y científicos, se hace indispensable cultivarlo en la escuela. El informe elaborado por el Instituto Nacional de Evaluación Educativa, dependiente del Ministerio de Educación y encargado de la realización de las pruebas, señala en este sentido que refuerza «la capacidad de aprender, la resolución de problemas y las destrezas meta-cognitivas a través de la indagación y el descubrimiento, ayudando al alumnado a interpretar la información de manera motivadora y significativa para la construcción del propio conocimiento». De ahí que los resultados, que guardan una correlación positiva con el desempeño en las competencias principales, deban servir para ayudar a las administraciones educativas a perfilar sus políticas de mejora.
PISA también ha ordenado al alumnado participante en función del nivel obtenido, siendo los últimos (5 y 6) los de se refieren a los mejores desempeños. El informe señala que estos, como mínimo, «pueden elaborar ideas diversas y originales en tareas de expresión y resolución de problemas», construyen «diversas asociaciones de ideas, considerando distintas perspectivas e interpretaciones» o, en tareas de expresión escrita, diseñan «textos originales que realizan asociaciones no convencionales o incorporan detalles atípicos». Es decir, que destacan en la competencia analizada. A nivel estatal, el porcentaje de alumnos en estos niveles se situó en el 25,3% de los participantes (por un 27% de la OCDE y un 25,3% de la UE). Por su parte en la Comunitat quedó en el 24,4%.
Aunque no se destaque en términos de excelencia creativa -como tampoco sucedió en las competencias principales-, España y por extensión la Comunitat sí lo hicieron en equidad, teniendo en cuenta que la diferencia de resultados en función del estatus social, económico o cultural del alumno fue más contenida que a nivel internacional: 7,9 puntos entre los más y los menos favorecidos en España frente a los 9,5 de la OCDE y los 10,2 de la UE. En la Comunitat la distancia aún fue algo menor: 6,4 puntos, situándose entre las regiones mejor posicionadas en este sentido (siendo Cantabria la más equitativa).
También se compararon los resultados en función de si el alumno era inmigrante (respecto a los residentes o nativos), y la tendencia fue la misma: 3,6 puntos de diferencia a favor de los segundos en España, sensiblemente inferior a los 4,4 de la OCDE y los 4,7 de la UE. En la Comunitat la brecha todavía fue menor: 3,2.
Lo mismo ha pasado en función del género. Las chicas demostraron un mejor desempeño (2,2 puntos más que los chicos en España y 2,3 en la Comunitat), una diferencia algo menor que en la OCDE (2,7) y en la UE (2,6). En cualquier caso, se impusieron en términos de resultados y con mayor o menor distancia, en todos los países pertenecientes a la organización promotora.
En los cuestionarios de contexto se plantearon preguntas para explorar las creencias de los alumnos sobre la creatividad. Por ejemplo, si solo se podían desarrollar a través de las artes, si era posible serlo en cualquier materia o si se trataba de una característica moldeable o innata, cuestión que también se les planteó en relación a la inteligencia. En casi todas ellas (salvo en la tercera) los que mostraron una mentalidad más abierta en sus respuestas obtuvieron mejores resultados. De la misma forma, se les interrogó sobre pedagogías creativas o sobre cómo valoraban sus docentes esta actitud, existiendo también una correlación positiva a nivel de rendimiento.
Además, se analizó la participación en actividades ofertadas en el mismo centro (curriculares y extracurriculares), destacando la mayor participación de los estudiantes desfavorecidos, posiblemente porque los aventajados, desde el punto de vista socioeconómico y cultural, podían acceder a oferta externa la centro.
En cuanto a datos concretos, extraídos de las respuestas dadas por los alumnos, los valencianos destacaron en las musicales (el 21% de los estudiantes dijeron que participaban al menos una vez a la semana, frente al 16% de promedio estatal) y en las de carácter artístico (24%-21%). Los porcentajes fueron similares en las actividades creativas basadas en la escritura (10%), en las teatrales (9%) y en las científicas (11%). Y fueron inferiores en las de debate (8%-10%), en la participación en publicaciones (6%-7%) y en las de programación informática (21%-23%).
Por último, se analizó la relación entre pensamiento creativo y herramientas digitales, concluyéndose que obtenían mayor ventaja, en términos de resultados, los que hacían un uso de las mismas fuera de la escuela para cuestiones relacionadas con el aprendizaje o para el ocio. Por contra, era negativo si se empleaban, para cuestiones lúdicas, dentro del tiempo lectivo. Una tendencia que se daba en España y también en la Comunitat.
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