«Me llevo al niño a Valencia hasta que esté todo claro»

Por su corta edad, su hijo no es consciente de lo que sucede. Juega tranquilo en su sillita del coche con un pequeño tractor amarillo. «Si a los niños ya les costó volver al colegio después de la dana no me quiero imaginar tras la amenaza de bomba», dice Ana. Y es que la localidad, que vivió a partir del 29 de octubre una situación dantesca, ahora se ha enfrentado a este sobresalto que, en principio, sólo ha quedado en un gran susto.

Los niños de Chiva transitan por las calles del pueblo con el rostro pálido. «Nos hemos puesto muy nerviosos. Hemos llorado de una manera…», cuenta Nerea, una alumna de 11 años. No sabían que estaba ocurriendo cuando han visto que los agentes de la Guardia Civil se arremolinaban en el colegio. «Al principio pensábamos que habían robado los ordenadores porque los agentes salían de esa clase pero nos hemos asustado muchísimo cuando nos han dicho que era por una bomba», explica la niña. Compañeros suyos de clase incluso han vomitado del estrés.

«Son una generación que lo están pasando fatal: primero el Covid, luego la dana y ahora esto», comenta Pilar, la abuela de Nerea. Se lleva a sus dos nietos a dar una vuelta para que se tranquilicen tras el shock que han sufrido esta mañana.

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La mujer asegura que los adolescentes de 13 y 14 años han salido llorando de los institutos al ser evacuados. «Me da miedo todo. No sabemos si han detenido a la persona correcta, si hay más personas queriendo cometer un atentado… así que nos vamos», asegura.

A pesar de que la Guardia Civil haya detenido al presunto autor de las amenazas, un coche patrulla continúa vigilando el perímetro del colegio.