«Un aparato puede tardar seis meses por la burocracia»

valencia. No son los contratos temporales ni la precariedad ni los sueldos mejorables las únicas preocupaciones de estos profesionales. Los propios trabajadores de la Fundación remarcaron otros problemas que tienen como la burocracia a la hora de adquirir cualquier aparato para realizar su trabajo: «En algunos casos se pueden superar los seis meses de espera porque hay que seguir toda una serie de trámites: redacción de los pliegos, publicación, presentación de ofertas, resoluciones provisionales...», detallan desde el comité de empresa.

La realización del correspondiente papeleo, que no es poco, también les quita tiempo para llevar a cabo sus labores propiamente dichas de secuenciación y búsqueda de avances para poder luchar con garantías contra las distintas variedades del Covid que van surgiendo.

Asimismo, las diferentes órdenes y resoluciones son bastante complicadas de interpretar y les producen cierta sensación de impotencia al saber que podrían dedicar ese tiempo y esfuerzo a sus menesteres.

Julio Moya también reconoció los problemas de espacio que tiene el equipo de secuenciación que dirige Llúcia Martínez y que está compuesto por otras ocho profesionales. «Han de compartir espacio con los trabajadores del área genómica y la demanda de espacio ha ido creciendo», por lo que, como también señaló Martínez ayer en LAS PROVINCIAS, sería conveniente que por parte de la Conselleria de Sanidad les buscaran un espacio alternativo que cubriera estas necesidades.