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Un momento de la protesta de este jueves.

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Un momento de la protesta de este jueves. JESÚS SIGNES

Apicultores valencianos, al límite: «Nuestra enemiga es la conselleria»

El sector se manifiesta con una camionada que ha comenzado a las 8:00 horas y ha finalizado en la puerta de Les Corts

E. Rodríguez / EP/ A. P.

Jueves, 23 de febrero 2023, 10:12

«Estamos muertos y desesperados», sentencia José Navalón, uno de los apicultores que esta mañana estaba frente a la Conselleria de Agricultura participando en la concentración del sector para protestar contra la falta de ayudas de la Administración valenciana, las importaciones masivas de China y las restricciones para ejercer su actividad en los cultivos citrícolas. «Vas a otras comunidades y ves cómo apoyan al sector y al menos tienen para subsistir, cosa que aquí en la Comunitat no tenemos ese apoyo. Es más, nos maltratan, intentan que desaparezcamos. Pero que no crea la conselleria que vamos a parar aquí», afirma este productor de miel, quien destaca los 25 euros por colmena que conceden en otras autonomías. «Aquí el Consell nos da ahora sólo un euro por colmena», agrega.

La protesta de este jueves ha contado con una 'camionada' desde Quart de Poblet hasta Valencia, lo que ha congestionado el tráfico en este tramo. Como parte de la protesta, algunos apicultores se han bañado en miel para reclamar a las administraciones un «plan de rescate» que reactive este sector «completamente arruinado» y para mostrar su rechazo al acuerdo del Consell de la 'pinyolà', que prohíbe la colocación de colmenas a un radio de 5 kilómetros de explotaciones citrícolas para evitar la polinización cruzada, cuyo proceso da lugar a la aparición de múltiples piñones en el fruto.

Por su parte, Alejandro Boronat, responsable de la Organización Sindical Apícola (OSA), es muy claro: «nuestra situación es muy drástica. Pedimos una ayuda directa de 25 euros por colmena, unas ayudas agroambientales a la biodiversidad con suficientes fondos como sucede en otras regiones y poder luchar con los mismos recursos». Boronat es apicultor pero también cuenta con explotaciones cítricas. A su parecer, la conselleria podría hacer compatible la actividad apícola con la citrícola. «Parece que quieren dejarnos morir y eso que tenemos un gobierno que es el Botánico. Nuestro principal enemiga es la conselleria», sentencia.

«Hace 33 años que surgió la pinyolà, ha habido tiempo para hacer un plan varietal. Desde entonces se han renovado las variedades y resulta que seguimos igual, sin poder regularlas, expulsando a las abejas y criminalizándonos y haciendo mal a la apicultura. Por eso digo que la conselleria es uno de nuestros principales enemigos. Es una cuestión de poderes y el sector citrícola tiene mucho poder aquí», añade el responsable de OSA.

La 'camionada', en la que han participado un centenar de vehículos según las organizaciones convocantes, ha salido sobre las 8.00 horas de Quart de Poblet para marchar hacia Valencia y concentrase frente a la Conselleria de Agricultura y Les Corts. Han participado La Unió Llauradora i Ramadera, AVA-Asaja, Asaja Alicante, UPA-PV, CCPV-COAG, ApiAds, La Osa, Arva y APAC. Como consecuencia, durante la mañana de este jueves ha llegado a haber tres kilómetros de retenciones en la carretera A-3 desde Quart de Poblet (kilómetro 349) hasta Mislata (kilómetro 352). A las 11:00 horas la circulación en la A-3 ya era fluida y ha retomado su curso normal, aunque con presencia de la Policía Nacional y Local para regular el tráfico y evitar una mayor congestión.

Estas organizaciones también critican que la apicultura trashumante esté excluida de las bonificaciones del gasóleo profesional, que el plan de viabilidad autonómico de la apicultura lleve ya dos años «en el cajón de los olvidos» y los precios a la baja de la miel como consecuencia de las masivas importaciones procedentes de terceros países.

Atasco en una de las entradas a Valencia. JESÚS SIGNES

El responsable del sector apícola de CCPV-COAG, Pablo Sáez, ha denunciado que «el sector está totalmente en la ruina» y «la Administración no está haciendo nada en absoluto para conservar y mantener el valor que tiene la apicultura, que es la polinización del medio natural». «No son solo nuestras explotaciones, es el ecosistema completo el que está en peligro», avisa.

Según Sáez, «ahora mismo entre el 50 y 60 por ciento de las colmenas de este territorio están en los almacenes, vacías y muertas» y «la poca miel que se ha producido no se está comercializando porque las pocas compras que se realizan se están haciendo a 3,20 euros», frente a un coste de producción que «supera los 4 euros». También ha puesto el foco en «la competencia desleal» por parte de «unas falsas mieles que están entrando por los puertos de València, Barcelona y Algeciras».

«Si en todo el territorio español la situación es mala, aquí es mucho peor, porque llevamos 30 años con una normativa que nos expulsa de nuestro territorio, que es el decreto de la pinyolà», ha expuesto.

Sáez ha explicado que las explotaciones están cerrando y que «se está haciendo muy complicado» que los jóvenes continúen con la tradición y el trabajo de las empresas familiares. «Estamos completamente arruinados, llevamos tres años con muy malas cosechas, aparte del aumento de los costes de producción, de la competencia desleal de la industria que está trayendo miles de toneladas de falsa miel al mercado. Queremos que tanto la administración valenciana como el estado español trabajen para solucionar estas problemas», ha pedido.

En la misma línea, el veterinario responsable de la agrupación ApiAds, Enrique Simó, ha avisado de que «la apicultura está en extinción, agonizando al borde del declive» y «dentro de uno años no van a quedar apicultores, este oficio milenario va dejar de existir y no habrá alternativa, no hay un plan B. Si desaparecen las abejas y los apicultores, si no hay alimentos, no hay agricultura y no hay vida en este planeta ni biodiversidad».

Simó ha lamentado que «cada día que pasa hay cientos de apicultores que están dejando la actividad» y ha afirmado que «eso es irreparable para el ecosistema, porque cada colmena que está viva en el campo, que mantiene un apicultor, genera 1.500 euros en polinización al ecosistema» y «cada kilo de miel son millones de flores polinizadas».

En el incendio de Bejís «se me fue todo al traste»

El apicultor Javier Molins es uno de los profesionales que se han bañado en miel este jueves para denunciar su situación. Explica que todas sus colmenas, alrededor de 155, quedaron arrasadas por el incendio de Bejís (Castellón), que calcinó una superficie de 20.000 hectáreas de terreno forestal.

«Tenía una apicultura ecológica y se me ha ido todo al traste, tengo que empezar de cero», ha lamentado, antes de explicar que todavía no ha recibido «ningún tipo de ayuda» más allá de la indemnización del seguro y que las llamas supusieron para él una pérdida económica de entre 30.000 y 40.000 euros.

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