Detrás de la sacristía de la Catedral de Valencia se encuentra su archivo. Hay que subir por una empinada escalera para acceder a uno de los repertorios más completos de la Comunitat. En palabras de Vicente Pons, archivero de la Seo, «se trata del más importante a nivel eclesiástico y después del de la Universitat de València es el que más manuscritos medievales tiene en la Comunitat».
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Este archivo se ha convertido en visita obligada de muchos estudiosos del mundo de la filología, la música, la economía y la historia, entre otros.
En su fondo se pueden encontrar 9.000 pergaminos. entre los que destaca uno del año 1060 expedido en el monasterio de San Miguel de Venecia, el documento más antiguo que hay en el archivo. También conserva la obra de Ubertino de Casale con uno de los ejemplares más completos de los que se conservan.
Además, la instalación cuenta también un total de 420 manuscritos que datan desde el siglo XII hasta el XIX. Uno de ellos es la 'Historia Antiquitatis Iudicae' del historiador Flavio Josefo que ha sido datado entre fines del siglo XI e inicios del XII.
El archivero señaló que una de las piezas más preciadas del archivo es una biblia personal de San Vicente Ferrer que Pons Alós maneja con extremo cuidado. Se trata de un ejemplar de pequeño tamaño, con la letra diminuta y multitud de anotaciones en los márgenes que entró en el archivo de la catedral en el siglo XVI.
Pero algunos de los textos más valiosos son los códices entre los que destacan los libros litúrgicos como misales valencianos iluminados o varios misales del siglo XVI, regalo del canónigo Vicent Climent. También conserva documentación de los señoríos de la mitra (Villar del Arzobispo y Chulilla), del cabildo (Albal) y de la Almoina de la catedral (Puçol y Benimaclet).
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Por otro lado, cuenta con documentación referida a dos papas: los valencianos Calixto III y Alejandro VI y de personajes tan conocidos como Roger de Llúria (son 125 documentos relacionados con con el que fuera gran almirante de Pedro El Grande), Arnau de Vilanova, Jaume Roig o el venerable Agnesio.
Toda esta documentación se encuentra perfectamente protegida contra incendios en celdas herméticas, con control de la temperatura y de la humedad. El archivo, en este sentido, ha cambiado de aspecto con la remodelación que se realizó en 2007 con una subvención del Ministerio de Cultura. Mientras, continúan con la digitalización de los fondos que se está realizando con ayuda del ministerio, de proyectos de investigació y de la propia catedral.
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Por otro lado, el archivo cuenta con cuatro espacios diferentes: sala de investigadores; sala de técnicos; depósitos principales y hemeroteca antigua. Dispone también de todos los programas informáticos para la gestión de documentos.
En estos momentos, según explicó Alós, se está procediendo a la digitalización del fondo del arzobispo de Valencia Marcelino Olaechea con una ayuda del Ministerio de Cultura.
Otra de las piezas que se conserva en el archivo es la Biblia de los Papas de Aviñón que cuenta con 22 tomos y que entró en el archivo a principios del siglo XV por un precio de 12.100 sueldos.
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La instalación tiene también un total de 6.000 partituras y 207 libros corales. Conserva una colección de sellos entre los que destacan dos sellos antiguos de Valencia y la bula de oro de Alfonso el Magnánimo.
A lo largo de los últimos años se han ido incorporando distintos fondos como el de canónicos como Roc Chabás o Sanchis Sivera, los archivos de Marcelino Olaechea o los de la cofradía de San Jaime.
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