Un arcoíris se despliega sobre la Marina Real, en Valencia. Jesús Signes.
Día Mundial del Arcoíris

Los secretos del arcoíris

El huidizo fenómeno meteorológico que ha cautivado a científicos y artistas desde tiempos inmemoriales será más caro de ver en las próximas décadas

Jueves, 21 de marzo 2024

Hoy se celebra el día internacional del arcoíris, el fenómeno meteorológico más bello que puede observarse en cualquier lugar del mundo. La recién inaugurada ... primavera es la mejor época para que los enamorados de este fascinante acontecimiento disfruten de su abanico de colores. Pero ¿qué es exactamente? ¿cómo se forma? ¿por qué se utiliza como símbolo de la diversidad? ¿les afecta el cambio climático?

El arcoíris como suceso meteorológico necesita que existan una serie de condiciones muy concretas. Así, la presencia de gotas de agua suspendidas en el aire y la luz solar son imprescindibles para disfrutar de la elegante cinta cromática. Las lluvias intermitentes o chubascos seguidos de periodos de sol son propios de primavera que también proporciona más horas de sol para observarlos.

Además, el ángulo del sol con respecto al horizonte es un factor decisivo para contemplar este fenómeno que es más visible en las primeras horas de la mañana o en las últimas de la tarde. Eso ocurre porque el sol al estar más bajo en el cielo, crea un ángulo adecuado para su formación.

Tenemos los ingredientes: el agua, los rayos de sol y su inclinación pero ¿cómo se convierte la luz casi blanca que procede del astro rey en un puente multicolor? La respuesta trajo de cabeza a filósofos y científicos de todos los tiempos, como Descartes y Newton, que elaboraron distintas teorías al respecto. La aceptada en la actualidad es que la luz solar es una radiación electromagnética que abarca distintas longitudes de onda. Esta radiación se origina en el núcleo de nuestra estrella, donde se producen reacciones nucleares que generan enormes cantidades de energía que forman dicha radiación. Unas ondas que viajan a través del espacio para llegar a la Tierra en forma de luz y calor y que son fundamentales para mantener la vida en nuestro planeta.

Los arcoíris son en realidad un círculo completo pero esto sólo se puede apreciar desde un avión o una plataforma muy elevada

Pero no todas las ondas electromagnéticas que emite el sol son visibles por el ser humano ya que cada una tiene una longitud de onda distinta y nosotros sólo percibimos las que están entre los 400 y los 750 nanómetros. Su representación se conoce como espectro electromagnético y van desde los rayos gamma, de alta energía, hasta las ondas de radio, de baja energía.

Este contenido no puede visualizarse correctamente en este formato. Ver experiencia completa

Por tanto, ya sabemos que la luz que viene del sol está formada por ondas electromagnéticas que se distribuyen desde el rojo hasta el ultravioleta, pasando por el naranja, amarillo, verde y azul. Cada uno de estos colores corresponde a una longitud de onda específica en el espectro visible.

Este fenómeno multicolor también se puede producir por la noche con la luna como fuente de luz pero es menos frecuente

Cuando la luz solar formada por todas estas ondas atraviesa la atmósfera terrestre, parte de ella es dispersada y absorbida por las moléculas de aire, lo que puede afectar la forma en que la percibimos. Por ejemplo, durante el amanecer y el atardecer, como tiene que atravesar una mayor cantidad de atmósfera, las ondas más cortas (azul y violeta) se dispersan más fácilmente y por eso lo vemos todo con tonos más cálidos y en los que predomina el rojo y el naranja.

Este contenido no puede visualizarse correctamente en este formato. Ver experiencia completa

Estos colores son efectivamente los que forman el arcoíris ¿pero cómo aparecen? Cuando está lloviendo los rayos de sol que están en la atmósfera atraviesan las gotitas de agua y en su interior se producen los fenómenos de refracción, dispersión y reflexión que descomponen la luz blanca en los colores que habitualmente podemos ver. Esto ocurre porque al 'tropezar' con la gota de agua cada longitud de onda que corresponde con cada uno de los colores se desvía o refracta en un ángulo ligeramente distinto. Y por eso la luz blanca se convierte en ese impresionante abanico de colores que podemos disfrutar los días en los que las lluvias acompañan.

Este contenido no puede visualizarse correctamente en este formato. Ver experiencia completa

Otra cuestión a tener en cuenta es que los arcoíris no son iguales para todos ya que la percepción de los colores puede variar debido a diferencias en la sensibilidad de los receptores cromáticos en los ojos que son los conos y los bastones. Y funcionan así:

Este contenido no puede visualizarse correctamente en este formato. Ver experiencia completa

Un mismo arcoíris puede ser distinto para cada observador porque no todos los seres humanos perciben los colores de la misma manera debido a diferencias individuales en la sensibilidad de los conos de nuestra retina y en la interpretación neuronal de las señales en el cerebro. Eso sin contar que algunas personas pueden experimentar anomalías en la visión del color, como el daltonismo, o ser más sensibles a ciertos tonos o matices por diferencias genéticas, ambientales o culturales.

De dónde viene su nombre y otras mitologías

Con mayor o menor diferencia a la hora de percibirlos, de lo que no cabe duda es que la belleza y misterio de los arcoíris han capturado la imaginación de los humanos desde tiempos remotos. Su propio nombre procede de la mitología griega donde Iris, la mensajera de los dioses, transmitía los mensajes divinos a los humanos. Para ello contaba con una conexión entre el cielo y la tierra: un gran arco de colores vibrantes que hoy conocemos como arcoíris. Las tierras del norte de Europa tenía una interpretación similar. El puente multicolor, Bifröst, también conectaba el hogar de las deidades con el de los mortales y era vigilado por el dios Heimdallr, vigilante y protector, y uno de los pilares del panteón escandinavo. Mucho más lejos, en la antigua China, se asociaba con la aparición de dragones, criaturas mitológicas consideradas símbolos de buena suerte y poder. Y en la Biblia encarnaba el símbolo del pacto de Dios con Noé y toda la humanidad de no volver a destruir la Tierra con un diluvio.

Representaciones de Heimdallr, guardián del Bifröst; dragón chino con los colores del arocíris e 'Iris con Juno y Flora', del pintor francés Lemoyne. Creative Commons

La características mágicas y divinas asociadas al arco multicolor le han convertido en fuente de inspiración de artistas de diferentes épocas y culturas, quienes han plasmado sus variados simbolismos en magníficas obras de arte. Da Vinci, Tiziano, Rubens, Turner y Kandinsky, son sólo algunos grandes de los grandes creadores que se han visto atrapados por su influjo.

Significado actual

Celebración del día del Orgullo LGTB en Oviedo. Mario Rojas

En la actualidad, la simbología asociada al arcoíris ha dejado de lado su vertiente más mágica para convertirse en sinónimo de diversidad y unidad ya que se trata de una variedad de colores que se combinan armoniosamente en una sola imagen, representando la idea de que la pluralidad puede ser hermosa y enriquecedora cuando se une en armonía. Esta idea fue la que tomó en 1978 Gilbert Baker, activista y artista estadounidense, para crear allá por 1978 en San Francisco un símbolo que hoy representa al movimiento LGBT en todo el mundo. Un dato curioso es que en esta bandera se fue simplificando y quedó en seis bandas de colores, excluyendo el añil que sí luce en el arcoíris.

¿Un fenómeno en peligro de extinción?

Los arcoíris siguen siendo a día de hoy un fenómeno natural que inspira asombro y admiración pero ¿podremos seguir disfrutando de ellos? ¿Les afecta el cambio climático? Siendo un fenómeno esencialmente meteorológico la respuesta es obvia: sí lo hará. Lo corrobora una investigación llevada a cabo por la Universidad de Nueva York: «El cambio climático está afectando a los arcoíris; ahora sabemos que es cierto», expuso la científica medio ambiental Kimberly Carlson, autora principal del artículo. En dicho estudio se utilizaron modelos informáticos para simular las condiciones futuras del fenómeno y sus conclusiones fueron claras:

Este contenido no puede visualizarse correctamente en este formato. Ver experiencia completa

Es decir, el calentamiento global significa una Tierra más caliente y por ello con más arcoíris pero éstos se concentrarán en los lugares donde lloverá más que son los más cercanos a los polos y tienen menos población; mientras que las áreas que serán más secas perderán buena parte de sus días de arcoíris en las próximas décadas. Se prevé que las zonas más pobladas y con más arcoíris del mundo en la actualidad, como el Mediterráneo y muchas islas, tendrán menos arcoíris. Los puntos calientes del futuro «no son los lugares donde vive un gran número de personas hoy en día, ni donde probablemente vivirán en el futuro», afirma la doctora Carlson.

Estamos pues abocados a disfrutar menos arcoíris en esta zona del planeta por lo que sólo resta intentar disfrutar de su efímera y esquiva belleza siempra que la oportunidad se presente.

Fuentes

Reportaje elaborado con datos de Aemet, la Comisión Científica Europea, del Ministerio para la Transición Ecológica, National Geographic, 'Sexto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático' (IPCC) y Departamento de Estudios Ambientales de la Universidad de Nueva York .

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete a Las Provincias: 3 meses por 1€

Publicidad