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El exsecretario autonómico de Emergencias, Emilio Argüeso, declaró el pasado 11 de abril. Una comparecencia, cargada de tensión, por el recibimiento que varias asociaciones de ... víctimas prepararon en el exterior de la Ciudad de la Justicia a los altos cargos de la Generalitat investigados en este procedimiento. Ahora, la transcripción de su declaración facilitada a las partes -el vídeo se custodia en el juzgado sin que se den copias- permite conocer todos los detalles de su convocatoria.
Argüeso sólo contestó a las preguntas de su defensa. Rechazó someterse al interrogatorio del resto de partes. El imputado enumera los tres grandes errores que se cometieron el día de la dana. Por un lado, la retirada de los bomberos de los cauces por orden del director del Consorcio. Por otro, la falta de información de la CHJ sobre el barranco del Poyo. Y, por último, que la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, no fuera físicamente al Cecopi y se conectara a la reunión por videoconferencia.
El ex alto cargo quiso aclarar que no dimitió porque se sintiera culpable sino porque el equipo con el que había llegado ya no estaba. «El proyecto político no se iba a poder desarrollar». El dirigente recordó que desde agosto se enviaba a los Ayuntamientos una circular conocida como «plan de inundaciones» para recordar qué se debe hacer ante una emergencia de este tipo. Recordó que medio centenar de municipios carecen todavía de un plan de emergencias.
A primera hora del día 29 ya comienzan a llegarle noticias, todavía nada preocupantes, de las lluvias. Decreta el nivel 1 de emergencia, que permite a los Ayuntamientos convocar sus Cecopal, como si fuera el Cecopi pero de ámbito local. A partir de ese momento, «los ayuntamientos tienen la obligacion legal de movilizar a la Policía Local para hacer un seguimiento del caudal e históricamente deben informar a los alcaldes de aguas abajo aunque eso no viene en ninguna norma», indicó el investigado.
Recordó, además, que el nivel de alerta 1 «supone que hay que solicitar a las confederaciones hidrográficas la valoración de la situación hidrológica y su evolución, esto se hizo por el subdirector general de emergencias». Se trata de Jorge Suárez, el funcionario de mayor rango en el dispositivo y que había interrumpido sus vacaciones para regresar a Valencia. Comunicó la nueva situación a la alcaldesa, «pero no se puso en contacto conmigo todo el día», relató.
De igual modo, desde ese momento -continúa Argüeso- movilizaron a los bomberos forestales para que activen el seguimiento de barrancos (en Valencia y Castellón hay una encomienda de gestión a la diputación con lo cual cuando se activa el nivel 1 dependen del consorcio) y deciden ir al territorio. Se desplazaron a Carlet. También la consellera formó parte de esa comitiva, según la declaración.
El mensaje masivo y su supuesto retraso es una de las claves de la investigación. Argüeso se refirió al uso del ES-Alert. «No querían que fuera excesivamente alarmante y que fuera comprensible, sencillo, fácil de entender», precisó. Una vez se planteó ese envío por parte de Suárez hubo un debate del jefe del Consorcio --José Miguel Basset-- (coordinador del comité de medios) y otro técnico, el jefe de seguimiento, «sobre si enviar o no un mensaje» porque «decían que podía generar incluso más lío».
La conversación «duró poco» -aseguró que fue el presidente de la Diputación, Vicente Mompó, el que lo cortó- y al final la consellera «ordenó emitirlo y la delegada de gobierno estaba por la labor de mandarlo». En este caso, no se siguió el criterio de Basset. Y explicó, a partir de este momento, el proceso que se siguió: fue Jorge Suárez con un funcionario que no sabía quién era y redactaron el mensaje; luego había que mecanizarlo; después validarlo y buscar otro funcionario para que lo validara «y entonces cuando se validó apareció a las 20:15 horas», según ha informado Europa Press.
La consellera también habló de ese proceso de validación que llevó a que el mensaje se retrasara algunos minutos. Un organismo dependiente del Ministerio del Interior debía dar el visto bueno al SMS. Pero Argüeso insistió en que esa alerta no era para el desbordamiento del barranco del Poyo sino para el pantano de Forata.
Argüeso recordó cómo se presentó el riesgo de rotura de la infraestructura, lo que podía generar hasta 20.000 muertes. «Polo (presidente de la CHJ) dijo que no podía asegurar que no se produjera el colapso de Forata, a veces decía que sí y a veces decía que no. Su última información fue que en dos horas podía colapsar».
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