«Me arrebataron a mi hijo y quiero que las doctoras vayan a la cárcel»

El dolor y la pena acompañan a Marta Gonzálvez desde el 28 de octubre de 2020.Ese día fallecía en el hospital de Elda su hijo, biológicamente su nieto pero del que tenía la patria potestad. En cinco ocasiones acompañó al pequeño al servicio de Urgencias de este hospital y del centro de salud de Petrer a causa de unos fuertes dolores abdominales. No hubo pruebas médicas ni diagnóstico fiable. Una gastrointeritis repitieron los profesionales que atendieron a Aitor durante todo este periplo. Un fallo médico ya que la autopsia reveló que la causa de su muerte fue una peritonitis.

«Me lo arrebataron todo y pese a la imputación, las doctoras no están inhabilitadas. Tengo que seguir yendo al ambulatorio y saber que una de ellas está allí trabajando», comenta Marta muy afectada.

Tras la muerte de su hijo, el único camino para seguir adelante ha sido el inicio de una dura lucha para conseguir que se haga justicia y que esta posible negligencia no quede impune. «La vida de mi hijo no tiene precio y por eso quiero que vayan a la cárcel, como si fuera cualquier otro delito», señala esta mujer que está a la espera de la apertura del juicio oral para juzgar a dos de las doctoras que atendieron a Aitor en Urgencias horas antes de su muerte.

Después de casi tres años de pelea judicial, Marta recuerda que una de las peores cosas es tener que revivir la muerte de su hijo una y otra vez. «Te va matando poco a poco. Cada vez que vamos al juzgado hay que volver a contar todo, es muy doloroso», explica esta mujer de Petrer.

Además lamenta que nadie de la Conselleria de Sanidad se haya puesto en contacto con ella para dar una explicación o mostrarle un mínimo de empatía. La exconsellera Ana Barceló anunció que se investigaría el caso pero la familia tampoco ha tenido conocimiento de estos avances.

Desde aquel fatídico mes de octubre de 2020, Marta ha centrado todos sus esfuerzos en conseguir justicia para Aitor y por ello ha realizado múltiples concentraciones para protestar por la indefensión que sienten los pacientes y para que nadie olvide su historia.

A las puertas del centro de salud, del hospital, de la conselleria e incluso en Madrid, junto a otras familias, se ha presentado y encadenado Marta con la foto de su hijo para reclamar que un error tan grave no quede impune y que no se vuelve a repetir. Y es que el informe del forense del juzgado ha determinado que la viabilidad de supervivencia del niño de 8 años era de un 70% cuando acudió por última vez al centro de salud de Petrer antes de fallecer y que este porcentaje ascendía al 90% cuando su madre lo llevó horas antes al Hospital de Elda. Todo esto si se le hubiese realizado alguna prueba.

La otra misión que ha puesto en marcha esta madre es ayudar a otras personas que están en una situación similar porque asegura que son muchas en toda España y se encuentran desamparadas.

«La gente cree que no les puede pasar a ellos y cuando te pasa no sabes qué hacer ni dónde acudir», añade. Por ello ha creado una asociación sin ánimo de lucro para que en nombre de su hijo colaborar y asesorar a otras familias que han sufrido negligencias médicas. En breve se constituirá de forma legal esta organización que luchará por los derechos de los pacientes y lo hará en nombre del pequeño Aitor.

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