Una semana sin ascensor en un colegio con alumnos en silla de ruedas

El colegio dispone de hasta 44 plazas que se reservan para alumnos con diversidad funcional, pero sólo cuenta con un ascensor, original de cuando se construyó a mediados de los años noventa. «Debido a su antigüedad suele tener múltiples averías, lo que provoca que estos niños no puedan acudir a sus clases con el resto de sus compañeros», explica Eva Garrido, la presidenta de la AFA.

Hace dos cursos, a finales del ejercicio, llegaron a estar 21 días sin elevador, lo que provocó protestas de las familias, que incluso se movilizaron para conseguir un segundo ascensor que todavía esperan.

La primera avería de la semana llegó el lunes, como adelantó Informativos Telecinco. Y aunque se pudo reparar, volvió a fallar el martes, quedando ya inutilizado hasta que llegue la pieza que se necesita, «que no será antes del viernes», añade Garrido. «Los alumnos están viendo vulnerado su derecho a la educación en igualdad de condiciones que el resto», continúa.

Tanto el lunes como el martes, los que no pudieron ser llevados a sus aulas fueron atendidos en la planta baja por una docente, aunque «separados de sus compañeros». Para evitarlo, desde este miércoles y hasta que llegue la reparación se han dispuesto mesas y sillas en el porche del patio y en el gimnasio «para que los grupos completos se vayan rotando y puedan dar las clases». Además de las molestias y el trastorno a nivel organizativo, las fuertes rachas de viento de las últimas horas han hecho que la experiencia no sea para nada confortable.

La presidenta de la asociación también explica han sido varias las movilizaciones para conseguir un segundo ascensor, que se solicitó formalmente por última vez en julio de 2022. Aunque a día de hoy, año y medio después, «sigue sin estar instalado». Según la última información que han recibido, porque falta un trámite que corresponde a la empresa adjudicataria para que desde el Ayuntamiento de Valencia se apruebe la licencia de obras.

«¿Dónde quedan los derechos del alumnado, que en este caso tiene reconocida una discapacidad? ¿Y el derecho a la igualdad y a la inclusión?», se pregunta Garrido, antes de recordar que el ascensor actual está obsoleto y no cumple con las especificaciones técnicas actuales.

«Llevamos demasiado tiempo con este problema, y los alumnos han llegado a estar muchos días sin poder acceder a sus clases», acredita Juan Carlos poco después de recoger a su hijo. También recuerda que el elevador, más allá de las averías, es poco funcional: «Es pequeño y solo cabe una silla».

«En cada viaje sólo permite subir o bajar a un alumno y a su educador, por lo que hay colas en las horas de entrada y salida, para salir al patio o para ir al comedor. Esto hace que se reduzca su tiempo de clase o de descanso», completa la presidenta de la AFA.

Valentina, alumna de 5º de Primaria, es otra de las afectadas. Cuando estaba en 3º, explica, sufrió los 21 días sin ascensor. O como dice ella, «21 días sin poder estar en mi clase». «Entonces todo fue un poco más improvisado que esta vez, esta semana se han organizado mejor», relata su padre, Francisco Serrano, antes de que la niña tome de nuevo la palabra. «Han colocado mesas y sillas en el gimnasio y en el patio para que las clases podamos seguir trabajando», describe.

Fuentes de la Conselleria de Educación señalan que la reparación de la avería la asume el Ayuntamiento de Valencia, que tiene las competencias en materia de mantenimiento de los centros de Infantil y Primaria. También explican que a finales de verano se adjudicó la construcción del segundo ascensor -que se ubicará en un patio interior que comunica las tres plantas- y que se espera que en el plazo de diez días la empresa elegida presente toda la documentación necesaria. «En cuanto dispongamos de la licencia municipal se procederá a la obra», concluyen.