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R. González/L. B.
Alzira
Miércoles, 1 de diciembre 2021, 11:34
Conducir por algunas carreteras valencianas se convirtió este miércoles en una odisea en la que los conductores se tuvieron que armar de mucha paciencia. Varios accidentes provocaron colas kilométricas en la autovía A-7 y en los accesos a Valencia.
El punto negro de la jornada se situó en la autovía, a la altura de Alberic. Poco después de las cinco de la madrugada se produjo un incendio en un camión cargado con pinturas y disolventes que circulaba por esa vía. Eso obligó a cortar el tráfico durante unas nueve horas y provocó importantes retenciones en ambas direcciones.
Las colas alcanzaron los 18 kilómetros en sentido Alicante y 10 kilómetros en dirección a Valencia, según fuentes de la Dirección General de Tráfico (DGT).
Los vehículos se fueron desviando hacia las salidas de Beneixida y L'Alcúdia. Al tener que salir marcha atrás o dar media vuelta, también se produjeron atascos en el desvío norte, con retenciones de 6 kilómetros. Unos giros que llevaban a cabo tanto los coches como los camiones que se encontraban bloqueados y no podía avanzar.
El cierre duró mientras se desarrollaban las tareas de extinción. Cinco dotaciones de bomberos y varios mandos acudieron a la zona, señalaron fuentes del Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia. Según comentaron, las llamas estaban controladas desde las 6.10 horas.
Sin embargo, al tratarse de material inflamable, existía el riesgo de que se pudiera propagar al resto de la carga del camión. Por ese motivo, «las tareas de los bomberos son costosas y muy delicadas», recalcaron a media mañana desde el consorcio. De hecho, los efectivos no se retiraron hasta las 16.30 horas.
Pero la A-7 no estuvo cerrada hasta ese momento. Sobre la una y media la Guardia Civil procedió a abrir al tráfico los carriles en sentido Barcelona y casi dos horas después ya se restableció también la circulación en dirección sur, hacia Alicante y Albacete.
Algunos conductores que se vieron afectados mostraron su desesperación. Criticaron la falta de información a pesar de llevar horas sin poder moverse, aunque habían pasado vehículos de emergencias. Una de esas personas que se quedó atrapada entre las colas aseguró en que tres horas tan sólo había podido avanzar cerca de siete kilómetros.
Pero los que lograron salir tampoco se encontraron un panorama mejor al abandonar la autovía. Al desviar todo ese tráfico por las salidas de Beneixida y L'Alcúdia también se registraron colapsos en las vías secundarias y en algunos municipios, como el de Massalavés.
Un camionero que viajaba desde Murcia pudo comprobarlo en primera persona. Según relató, había tratado que circular por varias de las salidas secundarias pero allí también se había topado con importantes colas, ya que todos los vehículos hacían lo mismo que él.
Eso es lo que le sucedió a una conductora que, tras pasar bastante tiempo en la autovía parada, al final optó por buscar una vía alternativa. Entonces se encaminó hacia la carretera CV-41 y volvieron a encontrarse inmersa de nuevo en otra retención de tráfico.
Entre la Pobla Llarga y Alzira hubo un tramo de cuatro kilómetros en el que invirtió una hora y media. De manera que no pudo llegar a su destino final en Turís y tuvo que dar media vuelta tras perder toda la mañana al volante sin poder avanzar.
Otro accidente de tráfico también empeoró el tráfico matutino en los accesos a Valencia, con colas de más de un kilómetro. Aunque en ese caso se recuperó la normalidad con más rapidez.
Asimismo, la DGT notificó en la mañana del miércoles atascos kilométricos en las principales carreteras valencianas, y especialmente las que conectan la capital valenciana. En el by-pass, en la A-7, hubo colas en varios puntos, con hasta 5 kilómetros de retenciones a la altura de Paterna en sentido a Barcelona, y otros 6 kilómetros a la altura de Godella, en dirección a Alicante.
También se detectó tráfico denso en varios puntos de la CV-35, con un atasco que alcanzó los 5 kilómetros en Paterna.
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