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Cristina y Jorge se hacen un selfi en el desierto marroquí poco antes de enterarse del cierre de fronteras dictado por Rabat. Cristina Miquel

Valencianos en Marruecos: «Estamos atrapados por el cierre de fronteras y nadie nos ayuda»

La crisis de ómicron deja sin vuelo en el norte de África a más de medio centenar de valencianos: «Pagaremos lo que nos pidan por un billete»

Francisco Ricós

Valencia

Miércoles, 1 de diciembre 2021, 00:05

La crisis ocasionada por el descubrimiento de la variante ómicron del Covid-19 en Sudáfrica ha motivado que, por ejemplo, Marruecos haya cerrado fronteras y ... por su espacio aéreo ni entra ni sale nadie. Esa decisión de Rabat ha dejado atrapados a poco más de medio centenar de valencianos que se encontraban de vacaciones en el país alahuí. Jorge Beltrán y Cristina Miquel son una pareja que tenían contratado un viaje hasta el 2 de diciembre y cuando se enteraron de lo que sucedía, abandonaron el desierto y se marcharon a Marraquech. «Estamos atrapados por el cierre de fronteras y nadie nos ayuda», comentan.

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Tras cinco o seis llamadas lograron que en la embajada española les descolgara el teléfono. Han logrado que les incluyeran en un listado de españoles a los que les han cancelado el vuelo. Pero de información, «nada». Lamentan que «aquí lo que funciona es radio macuto».

Sí han logrado realizar «una prereserva» de un vuelo de Iberia sobre el que el Gobierno español ha pedido permiso al marroquí para entrar en el país y repatriar españoles. Les envió un 'pantallazo' de la web de la aerolínea un amigo «Pagaremos lo que nos pidan porque lo que queremos es volver a casa. Lo que se dice por aquí es que costará 500 euros por cabeza, un precio desorbitado», comenta Jorge.

De momento no tienen problemas con sus respectivos trabajos. «Nos apoyan», afirma Cristina. No saben si tendrán problemas en Casablanca, de donde podría salir el vuelo de Iberia. Si el Gobierno de Rabat da permiso podrían estar previstos aviones rumbo a Madrid los días 2, 4, 7, 9 y 11 de diciembre. «Lo peor que nos puede pasar es estar aquí hasta el día 13, cuando acaba el cierre de fronteras», dice Cristina. «O que se amplíe más tiempo», apunta Jorge.

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«Nuestras familias nos mandan ánimo. Están en contacto continuo con Asuntos Exteriores. Se preocupan por nosotros pero no reciben respuestas», declara Jorge.

«Estamos tirando de todos los contactos que tenemos porque necesitamos que haya ruido porque nos tienen abandonados», asegura la pareja.

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