La situación laboral, social y económica ha cambiado mucho para las mujeres en los últimos años, que cada vez están más presentes en puestos de responsabilidad en su trabajo y se forman durante más tiempo. Esto conlleva que en la edad biológica idónea para ser ... madres todavía están desarrollando su carrera profesional y no se plantean tener hijos. Por esa razón están aumentando notablemente las valencianas que deciden congelarse sus óvulos para poder ser madres en el futuro, cuando ya están estabilizadas profesionalmente.
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En concreto este incremento ha sido del 63% en la Comunitat y el perfil más habitual de la gente que lleva a cabo esta iniciativa es el de valencianas de entre 30 y 35 años, con carreras universitarias, que después tienen niños pasados los 40 años. Este martes se celebra el Día Mundial de la Infertilidad y en los últimos cinco años ha aumentado un 20% el número de nacimientos de bebés cuyas madres tenían una edad de más de 40 y representan ya el 11% del total, según los últimos datos provisionales publicados recientemente por el INE (Instituto Nacional de Estadística).
El Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) destaca que el impacto de la edad de las mujeres en su fertilidad es alto, y por ello las valencianas congelan cada vez antes sus óvulos, para que estos mantengan la calidad, ya que sino va bajando conforme aumenta la edad de una mujer. Por ello quieren preservar la edad biológica de sus ovocitos. Con esta técnica, sus óvulos permanecen almacenados a 196 grados bajo cero en vapor de nitrógeno, con la misma calidad y las mismas garantías de éxito que en el momento en que se vitrificaron.
Los expertos consideran que cada vez la mujer está más informada de los límites de la fertilidad, aunque creen que todavía queda mucho por hacer en este sentido a nivel divulgativo. Según la OMS, una de cada seis personas presenta infertilidad. Además de los diferentes problemas de salud que puedan propiciar este escenario, una de las razones es el inevitable retraso de la maternidad por razones sociales.
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A partir de los 35 años la fertilidad comienza a bajar drásticamente, y muchas mujeres optan por preservar su fertilidad congelando sus óvulos para usarlos más adelante, cuando su momento vital sea el más adecuado para hacerlo. Al congelarlos, podrán disponer de sus ovocitos con la capacidad reproductiva del momento en que los congelaron y con las mismas posibilidades de éxito.
En los últimos cinco años, el IVI ha registrado un aumento del 63% en el número de pacientes que han decidido vitrificar sus óvulos por motivos sociales. «Además de este aumento, cabe destacar la bajada progresiva de la media de edad a la que estas mujeres deciden preservar su fertilidad. Las pacientes que se deciden por esta técnica apenas superan los 35 años de media, mientras que en 2015 superaban los 38 años de media», asegura Ernesto Bosch, director de IVI Valencia. «Esto refleja la creciente concienciación de las mujeres del declive de su fertilidad y de la importancia de tomar medidas como esta para no renunciar a ser madres en el futuro con sus propios óvulos», añade el facultativo.
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Las mujeres que congelan sus óvulos suelen trabajar en profesiones relacionadas con la medicina, la educación o el derecho. Áreas de dedicación que requieren muchos años de estudio, ya sea para especializarse o mediante oposiciones, situaciones que obligan a retrasar la maternidad a muchas de ellas, y que deciden tener niños cuando se han estabilizado laboralmente, lo que suele ocurrir en torno a los 40 años o más.
Según explican en el IVI, el proceso de vitrificación implica que los óvulos se conservan en vapor de nitrógeno, lo cual garantiza la calidad de los gametos tantos años como quieran mantenerse vitrificados. IVI importó a España esta técnica de manera pionera en 2007 y desde entonces ha permitido a cerca de 20.000 mujeres preservar su fertilidad para ser madres en un futuro, ya sea por motivos sociales o médicos, debido a que hay jóvenes diagnosticadas de cáncer o con patologías que pueden dañar su fertilidad y se les ofrece la posibilidad de este proceso, incluso aunque sean adolescentes.
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Bosch detalla que se trata de «datos esclarecedores que reflejan la nueva realidad social a la que nos enfrentamos por lo que respecta a la planificación familiar. Y, sobre todo, el derecho de la mujer a elegir libremente cuándo y cómo ser madre, ya que la realidad es que biológicamente la fertilidad va decreciendo a medida que las mujeres cumplen años y van alcanzando sus metas personales. Por todo ello, siempre recomendamos que, si no se tiene claro, se valore la opción de vitrificar los ovocitos para contar con un plan B en el futuro«, explica el especialista.
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