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¿La alternativa cuál es? ¿Trasladar Benetússer? El arquitecto y autor del Plan General de Valencia, Alejandro Escribano, se mostró ayer partidario de acometer las ... obras hidráulicas necesarias para evitar otra destrucción tan dañina en l'Horta Sud.
El especialista rechazó que la Ley de Protección de la Huerta impida realizar un canal de conexión con el nuevo cauce desde la Rambla del Poyo, como aseguró a LAS PROVINCIAS la Confederación Hidrográfica del Júcar. «No lo impide», dijo tajante, para recordar que el proyecto está listo para ser ejecutado. «La solución está y sólo hay que hacerla», dijo, para recordar que hace años se habló de una inversión global de 200 millones de euros. «Las pérdidas por la DANA se cifran en 30.000 millones y la estimación se queda corta», comparó.
En todo caso, dijo que la afección al territorio de la huerta es inevitable, aunque consideró que no se puede «volver atrás; no hablamos de municipios que aparecieron al calor del desarrollismo en los años 60. Siempre han estado allí, soportando todos estos problemas y hay que darles una solución».
Escribano se alinea así junto a otros especialistas como el profesor Enrique Giménez, que abogaba en LAS PROVINCIAS por una solución similar a la del Plan Sur para regularla salida de los caudales desde el barranco del Poyo. Esa solución, insistió el arquitecto, existe y está cuantificada.
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En los estudios costes-beneficio de distintas obras, un documento datado en 2022, el Ministerio de Transición Ecológica cita que el régimen torrencial de las lluvias que se producen en la cuenca del Poyo y el alto grado de urbanización hacen que «el riesgo de inundaciones sea muy elevado ya que el cauce se desborda con facilidad».
Esto, consideró el experto, es un argumento más para darle prioridad a las obras. «La zona de estudio ha sufrido 68 inundaciones históricas significativas entre los años 1088 y 2017, con un notable aumento de frecuencia en los siglos XX y XXI, cuando se produjeron 34 inundaciones desde el año 1949 al 2017», se habla en los antecedentes.
La solución es una conexión con el nuevo cauce que derive todo lo que sobre de los 800 metros cúbicos por segundo que tiene de capacidad máxima el barranco del Poyo aguas abajo de Paiporta. Escribano abogó por una construcción que garantice ese aforo para que no vuelvan a suceder unas inundaciones tan trágicas. En cuanto a la competencia para hacerla, indicó que claramente corresponde al Gobierno por su amplitud.
La canalización desde el barranco del Poyo hasta el nuevo cauce obligaría a aumentar la capacidad de desagüe de esta última infraestructura, construida tras la riada de 1957. Escribano abogó por acometer todo tipo de obras hidráulicas que garantices un retorno suficiente para que no vuelvan a producirse unas inundaciones tan graves. «El desastre ha ocurrido porque el agua ha pasado por donde no podía», consideró.
El arquitecto defendió una didática para que todos el mundo identique el problema tan serio que afrontan todos los municipios ribereños con el barranco del Poyo, desde Chiva hasta el límite con la Albufera. «Habría que llamar a esto gota fría en lugar de DANA porque se conoce mucho más», explicó.
Tanto en el documento del Ministerio de Transición Ecológica titulado «Revisión y actualización del Plan de Gestión del Riesgo de Inundación» como en el propio Patricova se explica «perfectamente todas las obras que deben realizarse, actuaciones como laminar los barrancos y reconducirlos al nuevo cauce, aumentando su capacidad. La geografía de l'Horta no la podemos cambiar y la climatología tampoco. El Mediterráneo aguanta el calor en octubre y el aire frío se puede descolgar con facilidad desde el norte de Europa. Mi padre ya me lo contaba cuando era pequeño», recordó.
El documento plantea tres alternativas, con un canal de conexión que nace aguas arriba de Picanya y que tendrá capacidad suficiente, aunque no está en licitación ni hay previsión de acometer estas obras.
«El paralelismo con lo ocurrido en 1957 es muy grande y hay que hacer lo de entonces, obras hidráulicas para que no vuelva a pasar. Vivimos en un área inundable y una de las grandes vergüenzas es que haya pasado cuando el Patricova describe perfectamente lo que iba a ocurrir, está en los planos», dijo sobre el documento aprobado por la Generalitat en diciembre de 2003.
«Tenemos los mejores ingenieros hidráulicos del mundo, son españoles, y si fuimos capaces de hacer el Plan Sur, seguro que se puede hacer algo de una importancia similar que resuelva el problema», consideró. «Hay que hacer las obras necesarias, no es admisible otra decisión, no vamos a derribar lo urbanizado ni cambiar de sitio a las personas. No se puede hacer lo que se quiera, pero lo que existe hay que protegerlo. Cuando se hizo el nuevo cauce a nadie se le ocurrió trasladar Valencia», ironizó.
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