Celebración de una misa en la Catedral de Valencia que desde el domingo podrá disponer de un 75% de su aforo. irene marsilla

El Consell propone fijar el toque de queda a medianoche y ampliar el horario de los bares

El Ejecutivo pide al TSJ que avale la restricción de la movilidad y que limite a 10 el número de participantes en reuniones sociales

f. ricós

Jueves, 6 de mayo 2021, 19:29

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La Abogacía de la Generalitat culminó el encaje legal que el Consell presentó este jueves ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana para tratar de que avale la continuidad del toque de queda. La limitación horaria de la movilidad es una de las restricciones que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, quiere mantener después de que en la medianoche del sábado al domingo decaiga el estado de alarma. Y en lugar de las 10 empezará a las 12 de la noche, apuntan fuentes del Consell.

A esta medida se le unirá la previsible ampliación del horario de cierre de la hostelería hasta las 11 o las 11.30 de la noche, así como la ampliación de las reuniones sociales de hasta 10 personas ya sean espacios públicos o privados, al aire libre o cerrados. Además, se le suma la ampliación del aforo en los templos de hasta un 75%. Estas dos últimas medidas también se ha solicitado al TSJ que las avale porque, al igual que el toque de queda, afectan directamente a las libertades individuales que se han quedado sin un paraguas legal claro al decaer este sábado, a partir de las 23.59 horas, el estado de alarma.

El toque de queda empezará a las 12 de la noche y se mantendrá hasta las seis de la mañana, como cuando se puso en funcionamiento en octubre del año pasado, tal y como se acordó ayer en diversas conversaciones dentro del Consell, aunque la reunión oficial se celebrará mañana, esperan que después de que se haya pronunciado el TSJ.

Lo que sí queda muy claro es que el cierre perimetral de la Comunitat Valenciana desaparece este mismo domingo con el fin del estado de alarma. Y también, para alegría del necesitado sector hotelero valenciano, que el Consell no piensa mover ficha, al menos de momento, para volver a impedir la entrada o salida de españoles del territorio valenciano. Han sido seis meses de aislamiento, desde el 1 de noviembre, que fue cuando entró en vigor, no ha afectado al poco turismo que ha llegado procedente del extranjero, pero durante este tiempo ha cortado de pleno la presencia de visitantes de otras autonomías españolas.

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La intención del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, es darle continuidad a la restricción de la movilidad nocturna. Otra cuestión es que el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) avale ahora, como hizo a finales de octubre, ese toque de queda. Hace casi de siete meses la Comunitat estaba en plena segunda ola y los contagios se situaban al alza, con 230 positivos por 100.000 habitantes cada 14 días.

Entonces se vivía una situación bastante peor que la actual. Desde hace poco más de mes y medio la región se sitúa por debajo de los 50 positivos de incidencia acumulada (está en 40,99 en riesgo bajo de contagio. El número de casos quintuplicaba los que hay hoy en día. Por ello diversas fuentes del Consell mostraron estos días atrás sus dudas de que el TSJ respalde una propuesta que afecta a derechos fundamentales. No obstante, mantienen la esperanza de que se pronuncie de igual manera que ha hecho el balear: avalando la petición del Ejecutivo.

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Si finalmente el Alto Tribunal valenciano falla en contra, al Consell le quedaría el recurso de acudir al Supremo, una posibilidad que abrió el Consejo de Ministros el martes pasado y que le obliga a pronunciarse en dos semanas.

De todos modos, si no se puede mantener el toque de queda, diversos responsables del Ejecutivo temen que haya una proliferación de fiestas en domicilios privados y botellones. Si hasta ahora se han estado celebrando, sin una medida restrictiva se espera que habrá más casos.

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Ayuda a la hostelería

De ahí que tanto desde la vertiente socialista del Consell como desde la coalición de Compromís se muestran partidarios de que se amplíe el horario de cierre de la hostelería y pase de las 10 de la noche a las 11 o las 11.30 horas. Esto ayudaría al sector, porque el negocio se podrá ampliar a las cenas, algo que hasta ahora el horario del toque de queda ha impedido, y consideran que evitaría en alguna medida sobre todo los botellones.

Otra de las medidas es la ampliación del número de integrantes en las relaciones sociales. De seis personas se baraja pasar a un máximo de 10. Esta, según fuentes del Consell, es la propuesta que defiende la Conselleria de Sanidad.

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Se trata de una propuesta que no ven con malos ojos desde Compromís pero que la vicepresidenta, Mónica Oltra, quiere que ampliar a más personas cuando se trate de un encuentro de dos núcleos familiares amplios. La iniciativa ya la trasladó a Sanidad y si la consellera Barceló no lo hace suyo en la reunión interdepartamental del Consell para abordar la desescalada, será la propia Oltra la que la defienda.

Y además de la Comunitat Valenciana, Galicia, Cantabria, Navarra, Cataluña, Castilla y León, la Comunidad de Madrid, Castilla-La Mancha, Extremadura, Andalucía, Baleares y Canarias a las 23.59 horas del sábado dejan de estar cerradas. No obstante, ninguna autonomía, por el momento, se ha prometido a seguir con el cierre perimetral.

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Cataluña, Andalucía y Castilla y León han anunciado que no mantendrán el toque de queda cuando decaiga la legislación especial, mientras Navarra, Castilla-La Mancha y Baleares, además de la Comunitat, tienen intención de limitar la movilidad nocturna.

Por su parte, el presidente de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Supremo, César Tolosa, ya ha avisado públicamente a las comunidades de que no van tener barra libre y que deberán justificar muy bien ante los tribunales «el sacrificio de derechos en pos de objetivos sanitarios».

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