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La psicosis ha inundado los principales campus universitarios de Valencia durante la mañana del miércoles. Todo por una broma de mal gusto que se ha extendido como la pólvora gracias a los grupos de WhatsApp, provocando que ambos centros activaran los protocolos de emergencia ante el riesgo de un posible atentado. Aunque todo ha quedado en un desagradable susto, muchos estudiantes han optado por no acudir a sus clases vespertinas.
El origen está en diferentes llamadas anónimas recibidas en la Universitat Politècnica (UPV). A la primera, que ha entrado pasadas las 13 horas y que alertaba de la presencia de un hombre armado en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Telecomunicación, le han seguidos varias que ya avisaban de la colocación de un artefacto explosivo, lo que ha llevado a los responsables del servicio de seguridad a poner en marcha su plan de actuación, contactando con la policía y desalojando el edificio. En este momento daban clase entre 500 y 800 estudiantes, que es la estimación habitual de un día lectivo.
Siguiendo el protocolo establecido, los alumnos y el personal han sido dirigidos al pabellón deportivo que recae a la avenida Tarongers, donde han permanecido algo más de 30 minutos, quedando los accesos controlados por el personal de seguridad del campus. Mientras tanto, agentes de la policía acompañados de efectivos del equipo privado de la UPV descartaban la presencia de un individuo armado en las inmediaciones e inspeccionaban las zonas comunes, las aulas y los despachos de la citada escuela, verificando que no había ningún objeto sospechoso. Sobre las dos de la tarde se ha recuperado la normalidad.
De manera paralela la falsa alerta pasaba al otro lado de la avenida de Los Naranjos hasta la Facultad de Economía de la Universitat de València. En este caso no se ha recibido ningún aviso externo, aunque el personal de seguridad ha sido conocedor, por comentarios de docentes y alumnos y por mensajes que ya circulaban en redes sociales, de que los avisos, en forma de rumor, se extendían a las instalaciones de Tarongers. Si bien no se ha realizado ningún desalojo, sí que se ha contactado con la Policía para advertir de la situación, pudiendo verse varias patrullas circulando por el interior del campus.
🔴 Comunicado UPV 🔴
— Universitat Politècnica de València (@UPV) October 18, 2023
En el día de hoy se ha recibido un aviso de bomba en la ETSIT. Seguridad ha desalojado el edificio y ha dado aviso a la Policía.
Tras revisar el edificio han constatado que se trataba de un falso aviso de bomba, por lo que se ha restablecido la normalidad.
El mensaje se distorsionado de tal manera que se ha llegado a vincular la situación con el tiroteo registrado durante la madrugada del miércoles al jueves en El Cabanyal, pese a no guardar ninguna relación. «Había gente que decía que el agresor había advertido de que había colocado bombas en los campus», explicaba, poco antes de las tres de la tarde, un alumno de la Escuela de Telecomunicación al que el desalojo le ha cogido comiendo en el Ágora.
«He llegado a sentir miedo. Porque no sabes si es un simulacro o es una situación real. Con todo lo que está sucediendo en Oriente Medio ya no sabes qué puede pasar», explicaba Candela Chulvi, estudiante de Telecomunicaciones que esperaba en las proximidades del pabellón a que le recogiera un amigo. «Estábamos en clase y ha entrado un seguridad para pedirnos que desalojáramos las instalaciones. Ha sido rápido y diría que sin alarma. Muchos compañeros se lo tomaban un poco a broma, pero yo estaba intranquila», señala.
La Universitat de València INFORMA
— Universitat València (@UV_EG) October 18, 2023
En el dia de hui ha circulat per xarxes socials informacions falses relatives a avisos de bomba i persones armades en diverses universitats de València, inclòs el Campus de Tarongers de la UV.
«Esta broma está siendo investigada por la Policía Nacional», ha advertido el vicerrector de Relaciones Institucionales de la UPV, Jose Monserrat, quien ha explicado que sobre las dos de la tarde ya se había recuperado la normalidad en el campus de Vera. Además, ha querido agradecer la profesionalidad de los miembros de la seguridad privada y de los policías desplazados a la zona universitaria, así como la calma mostrada por el personal y el alumnado afectado.
También ha cundido la alarma entre las familias, pues muchas han contactado, de manera insistente, con las centralitas de las dos universidades públicas tras conocer, por sus hijos, la situación. Algo parecido ha sucedido en los grupos vespertinos, pues muchos alumnos de ambas instituciones han decidido no acudir a clase. «En los grupos de WhatsApp se ha comentado todo y muchos estudiantes han dicho que no iban a acudir», ha explicado Sonia, estudiante de 1º de Educación Primaria en la Universitat de València.
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