Puig, durante una rueda de prensa EFE

Puig da por zanjado el cierre perimetral y retrasará el toque de queda

El presidente asegura que la desescalada será progresiva mientras que Sanidad deja en el aire la celebración de los festivales este verano

Juan Sanchis

Valencia

Lunes, 3 de mayo 2021

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La finalización del estado de alarma el próximo domingo no supondrá el punto y final de las restricciones. Así lo aseguró ayer el presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig,, quien insistió en que la desescalada no será «disruptiva».

Es decir, continuarán en vigor algunas de las medidas pero no tan estrictas. Al menos este es el mensaje que el jefe del Consell transmitió ayer en su comparecencia posterior a la mesa de diálogo con sindicatos y empresarios.

Lo que está claro es que el domingo decaerá el cierre perimetral que se puso en marcha a fines de octubre, por lo que los valencianos podrán moverse con normalidad por España a partir del lunes. En este punto, Puig insistió en pedir «prudencia» para que se mantengan las buenas cifras que muestra la Comunitat.

Aunque Puig reiteró que las nuevas medidas se adoptarán en una reunión a fin de semana y estarán basadas en informes técnicos, el presidente de la Generalitat dio prácticamente por hecho que el toque de queda continuará las próximas semanas. «No veo viable suprimirlo absolutamente porque creo que la limitación de la movilidad nocturna ha ayudado mucho», aseguró el jefe del Consell.

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También avanzó que se podría modificar el horario que limita la movilidad por la noche, que ahora transcurre entre las diez de la noche y las seis de la madrugada. Al ponerse en marcha por primera vez el pasado 25 de octubre el toque de queda restringía los movimientos de la población entre la medianoche y las seis de la mañana.

El presidente de la Generalitat hizo en varias ocasiones un llamamiento a la prudencia para evitar que se produzca una remontada de casos pese a que la Comunitat es la autonomía con «menos riesgo» de contagio en estos momentos, y defendió el «trabajo» realizado en las últimas siete semanas. Sin embargo, recordó que «sigue habiendo personas que mueren» y que el virus «todavía está ahí».

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Uno de los problemas al que se enfrentan las autonomías es el marco jurídico en el que basar las nuevas restricciones tras la finalización del estado de alarma. Puig recordó en esta línea que el Tribunal Superior de Justicia ya avaló las medidas que planteó la Generalitat antes de que estuviera en vigor. «Vamos a continuar desde la misma convicción y capacidad de tomar todas las restricciones necesarias y solo las necesarias, no queremos continuar con las restricciones porque sí», recalcó el jefe del Consell.

En este sentido, el presidente señaló que todas las decisiones estarán avaladas por los técnicos con argumentos de carácter científico para sustentar la posición de la Generalitat con la «máxima rigurosidad posible».

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También descartó que en este momento se haya planteado la perimetración de alguna localidad en concreto, aunque matizó que esta posibilidad «siempre estará sujeta a la situación epidemiológica».

Puig abogó porque el verano sea un «momento de máxima normalidad» con la «recuperación de la economía, pero también de las relaciones sociales y con esta perspectiva consideró que mayo es un mes «clave» que espera terminar con todos los mayores de 60 vacunados y que para junio, sean los de más de 50 los que hayan recibido las dosis.

Conciertos

La posibilidad de celebrarse los nuevos conciertos y festivales de música como el Arenal Sound o el FIB sigue en el aire y no se decidirá hasta dentro de unas semanas.

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La Conselleria de Sanidad está elaborando un protocolo para determinar las condiciones en las que se podrán celebrar estos eventos. En este sentido, la consellera Ana Barceló afirmó ayer que es muy «difícil avanzar ya qué pasará este verano» con los festivales masivos y apuntó que «hay que dejar que pasar unos meses para ver si se pueden reanudar».

Recordó que ahora se pueden celebrar manteniendo unas restricciones no superar el aforo de 2.000 personas sentadas en grupos de 500 y con salidas y entradas diferenciadas. «Ahora mismo es lo que tenemos», dijo.

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También indicó que se está estudiando para «ver cómo seguir avanzado si la situación nos lo facilita ampliando el número de asistentes pero ahora es lo que tenemos».

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