El avispero de los 231 yihadistas

«La posibilidad de sufrir un atentado yihadista en el futuro, está ahí, es algo que nunca se puede descartar». Las Fuerzas de Seguridad están «donde deben estar» y con la alerta antiterrorista en nivel 4 de 5 posibles, pero la frase que abre estas líneas es una cruda realidad. La ha pronunciado hoy en Valencia el capitán Rafael Navarro, de la Unidad Central Especial 2 de la Jefatura de Información de la Guardia Civil. Y ha puesto sobre la mesa uno de los aspectos que más preocupa hoy en día a los responsables de Interior: el regreso a España de los retornados, los radicales que se han marchado a combatir con el Daesh en lares como Siria o Irak.

«Algunos habrán muerto ya, o estarán en busca de otro país en el que combatir. El problema no es tanto que se vayan, aunque les traslademos el marrón a otros países, sino que les de por volver», ha subrayado el capitan Navarro. Y en el último lustro, son un total de 231 los españoles que han viajado a 'territorio comanche' para incorporarse a las filas del Estado Islámico, cifra apuntada por el mando de Información de la Benemérita y concretada por Fernando Reinares, investigador principal del Real Instituto Elcano.

Es una de las alertas lanzadas en la jornada 'Población, Seguridad y Territorio. La radicalización hacia el terrorismo', impartida en la Universidad Católica de Valencia y organizada por el Instituto de Estudios Estratégicos e Internacionales (IEEI), el Grado en Criminología y la Guardia Civil.

Y en la ruta de regreso a España, o de movimiento de los radicales entre Europa y el Magreb, la Comunitat Valenciana tiene un delicado peso específico. «España es lugar de paso obligado para los terroristas europeos en su trasiego hacia la zona de conflicto. Una o dos veces al año pasan por nuestro territorio, con la costa mediterranea como principal zona de influencia», ha subrayado el capitán Navarro. Su presencia jamás está relacionada con la comisión de atentados, como advirtió el mando de la Benemérita. Pero sí hay un riesgo: «Siempre existe la posibilidad de que con alguno de los amigos o familiares que contacte, acabe radicalizándose y sumándose a la causa».

El paso al 'lado oscuro' del reclutamiento es algo que se ha producido en unas 5.000 ocasiones en los últimos años en España, según los datos aportados por Fernando Reinares. Y la radicalización, pese a la idea generalizada de los 'lobos solitarios' («debemos usar más la denominación 'actores solitarios', para quitarle ese tono como romántico o de aventura», ha pedido el capitán Navarro), se produce sobre todo «en compañía de otros individuos». Así ocurre en nueve de cada diez casos, como constata la estadística del Real Instituto Elcano, y en el 64% de las ocasiones se produce en el seno de domicilios privados. La incidencia de los centros culturales o religiosos islámicos sigue siendo muy alta, escenario de la mitad de los procesos de radicalización, según los datos aportados por Reinares.

Aunque si hay un caldo de cultivo peligroso, un filón tanto para los actores solitarios como para células yihadistas, es internet. «Hoy en día, la mitad de nuestro trabajo, por no decir más, es estar delante de una pantalla buscando sospechosos», ha detallado el mando de Información de la Guardia Civil. Y es que en la red hay posibilidad de toparse con tutoriales sobre cómo manejar un arma o fabricar explosivos, «o incluso hacer un veneno o poder utilizar un teléfono móvil de manera segura», ha especificado Navarro.

Las ponencias de los expertos en la jornada de la Universidad Católica sirvieron también para subrayar una pujante realidad. La incidencia de los musulmanes de segunda generación (los nacidos ya en España) en los atentados terroristas es aún menor que en países con gran predominio de este aspecto, como Francia, Reino Unido o Bélgica, pero no cesa de aumentar. Entre el centenar de condenados por terrorismo yihadista en el último año (109), siete de cada diez son «terroristas endógenos», que han nacido o se han criado ya dentro de nuestras fronteras. Y dentro del territorio español, Cataluña es la 'zona cero' del yihadismo. Uno de cada cuatro radicalizaciones se produjo en esta autonomía. «La presencia del salafismo está disparada con respecto al rsto de España», ha explicado el investigador Fernando Reinares.