Otro bache en la recuperación de Ángela

Ángela Agudo, la joven valenciana accidentada en Tailandia el pasado 6 de octubre y que sigue ingresada en el hospital La Fe de Valencia no para de pelear pese a las dificultades con las que se encuentra. La última, según han confirmado sus allegados a través de las redes sociales, se ha presentado en forma de nuevos picos de fiebre, lo que ha obligado a su tratamiento con antibióticos.

La joven, que recientemente celebró sus 25 años en esta complicada situación, «tiene las defensas más bajitas dada su situación, y eso la hace más vulnerable a la hora de que aparezcan bacterias e infecciones».

Sin embargo, los familiares están convencidos de que todo irá bien: «No es grave. Pasará. Y seguiremos por donde lo dejamos. Recorriendo ese camino hacia la recuperación de su conciencia». Más de cuatro meses han pasado ya pero la familia es consciente de que se trata de una prueba de fondo y van a estar al lado de la joven para que consiga el objetivo de la recuperación.

Los familiares de Ángela agradecen el apoyo que está recibiendo por parte de muchas personas, pero «a veces el dolor atrapa a la esperanza y es difícil atender a tantos frentes» cuando ha aparecido este «nuevo bache en el camino».

Sus allegados han recordado que hace poco abrió uno de sus ojos: «Eso no quiere decir que ha despertado en el sentido de estar plenamente consciente. Tampoco tenemos la certeza de si nos ve, aunque tampoco de que no lo haga. Estamos en una fase de mucha incerteza. Nos movemos por sensaciones. Y obviamente, la sentimos presente».

A toda la gente que se interesa por Ángela les piden «tiempo para poder dar informaciones más claras. Os garantizo que nadie más que su familia deseamos poder decir con total seguridad informaciones sobre su estado»

Quieren seguir dando las gracias «por abrazarnos fuerte. Por recortar la distancia. Por las palabras bonitas. Por las invitaciones a cafés y charlas. Por vuestras historias esperanzadoras. Por compartir intimidad. Por cada ¿cómo estás? Por ser grandes desconocidos que se convierten en familia. Por llorar desde la distancia. Hoy más que nunca quiero gritar al mundo que todos somos Ángela. Sé que todo el amor que recibes, pequeña, en algún momento hará su magia. Porque el amor, todo lo cambia».

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