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Urgente Los bomberos sofocan un conato de incendio en un catamarán de 18 metros de eslora en el puerto de Valencia
El cadáver de un bañista fallecido el 18 de agosto de 2017 en la playa del Racó de Cullera. LP
Cullera, la bahía valenciana de los muertos |

Cullera, la bahía de los muertos

Las corrientes que convergen entre las playas del Dosel y el Brosquil arrastran a los bañistas y causan situaciones de riesgo

Javier Martínez

Valencia

Miércoles, 1 de mayo 2019

La vida y la muerte se han dado la mano una veintena de veces en los últimos 15 años en la bahía de Cullera, una de las entradas naturales de mar en el litoral valenciano con más ahogamientos y rescates de bañistas. Algunas playas de la Comunitat entrañan peligros por las corrientes marinas, la falta de socorristas o el viento de levante, un fenómeno meteorológico que muchos días de verano deja una situación marítima alterada por el oleaje, pero muy pocas tienen un índice de siniestralidad tan preocupante como el de la costa de Cullera. La bahía de los muertos debe su nombre a la frecuencia con la que llegan a la orilla cadáveres de personas que se ahogan en aguas próximas o lejanas, como los casos de dos mujeres que murieron en Ibiza y Barcelona y sus cuerpos aparecieron en la costa cullerense.

Entre mayo y agosto, el viento procedente del Mediterráneo central suele soplar con fuerza unos 15 días al mes con una velocidad media de 50 kilómetros por hora en la costa de la provincia de Valencia. Según los expertos consultados por LAS PROVINCIAS, la intensidad del oleaje y la forma topográfica de las playas de Cullera determinan la formación de la resaca marina, una corriente perpendicular a la línea de costa donde el agua fluye por el retroceso de las olas desde la orilla hacia zonas más profundas.

Una veintena de personas se han ahogado y otras muchas han sido rescatadas en aguas de Cullera en los últimos 15 años

Aunque la bahía de Cullera es una de la más conocidas y apreciadas de todo el litoral español, las corrientes que convergen entre la playa del Dosel y la playa del Brosquil arrastran muchas veces a los bañistas y causan situaciones de riesgo. Esto sucede también con frecuencia en otras zonas del litoral de la Comunitat Valenciana, como la costa de Orihuela y la cala de la Fustera en Benissa, según un estudio realizado por el Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante.

Cuando un bañista es arrastrado por el agua mar adentro, «la principal recomendación es no nadar de frente hacia la costa, sino en paralelo, porque los esfuerzos de la víctima pueden provocar primero su cansancio y luego su ahogamiento», explica Samuel Biener, presidente de la Asociación Meteorológica del Sureste (Ametse).

El 18 de agosto de 2017, un hombre y una mujer de 59 y 57 años, respectivamente, fallecieron en la playa del Racó de Cullera mientras se bañaban cerca de la orilla cuando ya había terminado el servicio de socorristas. El Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) recibió el aviso del doble ahogamiento sobre las 19.15 horas. Un testigo llamó al 112 para alertar de que dos personas pedían ayuda porque no podían salir del agua. En ese momento, el oleaje era muy fuerte y ya no había socorristas en la playa.

Las imprudencias de los bañistas, la resaca y la falta de socorristas, causas de las muertes

Un guardia civil del cuartel de Sueca, que se encontraba fuera de servicio, rescató a la mujer y otros bañistas sacaron al hombre del agua. Dos socorristas que estaban cerca regresaron y practicaron maniobras de reanimación cardiopulmonar a las víctimas hasta que llegó un equipo del SAMU. Los sanitarios se unieron a los esfuerzos para intentar salvar la vida de la pareja portuguesa, pero su auxilio resultó en vano.

El 8 de junio del mismo año, un turista francés de 37 años murió también ahogado cuando se bañaba en la playa del Racó. Tras ser arrastrado mar adentro por las corrientes, el cadáver fue hallado al día siguiente flotando junto al espigón del Hotel Sicania. Un equipo de buzos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil localizó el cuerpo y lo sacó del agua. Los vecinos de esta zona de Cullera se quejan de la falta de socorristas en las primeras semanas de junio, ya que el servicio de salvamento en las playas del Racó, los Olivos, l'Escollera y el Dosel no comienza hasta el 16 de junio.

El 24 de junio de 2009, un hombre de 73 años y su hijo de 43 años murieron en la playa del Racó, aunque aquel día no había resaca y ondeaba la bandera verde. Las víctimas residían en Burgos y sus cuerpos aparecieron flotando cerca del límite de seguridad que marcan las boyas. Desde el año 2004, nueve personas han fallecido ahogadas en el Racó y la mayoría de estas muertes se registraron cuando ondeaba la bandera amarilla o no había socorristas.

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