Pañolada contra el caos de Cercanías

Renfe habilitó autobuses a los viajeros en la estación de Xàtiva, pero sin paradas intermedias. El que se puso a disposición en Algemesí se pierde y no pasa por Benifaiò a recoger a los usuarios que esperaban allí. El primer tren que circula por la mañana en esa línea sólo lleva una unidad. Como consecuencia, vagones repletos de gente, sin la distancia de seguridad establecida en tiempos de Covid.

Así empezó la semana para los usuarios de esta línea, extrapolable al resto de la red de Cercanías de la Comunitat. Hasta diez cancelaciones reconocen desde Renfe que se producían este lunes debido al absentismo de maquinistas por bajas médicas de última hora, seis ayer mismo, tres de ellas por Covid.

Sin embargo, la situación no es puntual. Desde las plataformas Indignats amb Renfe y Usuarios del Tren Vanlencià ya anunciaron la pasada semana la campaña 'Mocadors al vent'. Agitarán los pañuelos en las estaciones en señal de protesta «pacífica y simbólica» cada vez que se produzca una cancelación, un retraso de la hora prevista, se produzcan aglomeraciones en los vagones o algunas persona con dificultad de movilidad tenga problemas de acceso.

De hecho, desde el viernes se han producido 20 cancelaciones de trenes, el 2% del total, afectando a unas 6.000 personas usuarias solo en la línea C2, la más perjudicada especialmente este lunes, cuando se produjeron la mitad de dichas supresiones. Desde Renfe explican que a estas bajas médicas de última hora se suma el proceso de incorporación de nuevos maquinistas y su homologación y la jubilación de otros, lo que está generando «una falta circunstancial de personal de conducción que impacta en el servicio normal programado». Esperan que, en lo que respecta al personal, la normalidad vuelva en «los próximos meses.

Cabe recordar además, que Renfe ya anunció que hasta el 9 de enero el número de trenes se ha reducido para «adaptar la oferta a la demanda coincidiendo con el periodo navideño», pero reforzando los trenes de hora punta y de mayor demanda con el doble de capacidad. En total, una reducción de alrededor del 10% de la circulación.

Algo que los usuarios denuncian que la operadora ferroviaria no está cumpliendo. Joana Olivert, una de las viajeras diarias de la línea Xàtiva-Valencia asegura que ese compromiso de refuerzo no se está cumpliendo y no solo ayer, sino cualquier día en hora punta se puede comprobar que hay trenes cuyos vagones van llenos de gente. «Vamos como sardinas en lata, sin distancia ninguna de seguridad y sin que pidan certificado Covid para entrar al tren», explica.

En Renfe Cercanías aseguran que se cumple con la normativa establecida por el Ministerio de Sanidad en cuanto al número de plazas, entre 350 y 400 personas y si es tren doble unas 700 plazas o lo que es lo mismo, dos viajeros por metro cuadrado, cuando antes de la pandemia era el doble.

Pero es que tampoco entienden los viajeros la argumentación de reducir el número de trenes por las vacaciones navideñas. «Ni aún están los universitarios de vacaciones ni los que vamos a trabajar diariamente a Valencia tenemos vacaciones como los escolares», insiste.

Joana, que pertenece a las Plataforma de afectados, recuerda que llevan tres años protestando por la situación. «Con esta campaña que hemos iniciado de los pañuelos no solo queremos denunciar una nefasta gestión, sino pedir ayuda e implicar a las distintas administraciones y también a las empresas porque estamos llegando tarde a trabajar y se pone en juego nuestro puesto de trabajo».