Barceló insiste en el diálogo con las reversiones pero se enroca en la empresa pública

valencia. El plan de la Conselleria de Sanidad de crear una Empresa Pública de Salud para asumir al personal de las reversiones sanitarias, como avanzó LAS PROVINCIAS, se frenó tras encontrarse con el rechazo frontal de los propios trabajadores, de todos los sindicatos con representación en la mesa sectorial de Sanidad y hasta de Compromís y Podemos, socios del PSPV en el Consell. Sin embargo, el departamento se enroca en aplicar esta fórmula frente a la alternativa utilizada en el departamento de salud de la Ribera, el primero en volver a gestión directa, y que no es otra que emplear a las plantillas como personal laboral a extinguir.

Al respecto, la consellera de Sanidad, Ana Barceló, insistió ayer en la puesta en marcha de la citada empresa pública para asumir las reversiones porque «defendemos el principio de igualdad, mérito y capacidad» para acceder a la función pública. Así, mantuvo la defensa de esta herramienta para asumir los servicios externalizados para garantizar el principio de igualdad, mérito y capacidad que debe regir «el acceso a una plaza estatutaria, aunque sea bajo la modalidad que se siguió para la reversión del Hospital de Alzira de personal fijo a extinguir». Barceló no concretó si la creación de la empresa se llevará al pleno del Consell de mañana. «Ya se decidirá todavía estamos a miércoles», dijo ayer. En cualquier caso, destacó que la conselleria está «en la autopista de diálogo y continuamos en este proceso de diálogo y escucha».

Los trabajadores de Torrevieja, cuya reversión será el 15 de octubre, volverán a protestar hoy contra la medida.