Un barrio atemorizado por la delincuencia

«El barrio se está desmoronando, cada vez hay más delincuencia», esto lo dice con pesar en su voz uno de los vecinos cuyo nombre es mejor no escribir porque tanto él como muchos de los residentes de esta zona tienen miedo a las represalias de las personas que viven a su lado.

Este temor provoca que muchas de las situaciones ilegales que se producen en estas calles no sean denunciadas y por tanto no aparezcan en las estadísticas policiales. No se reflejan en el papel pero sí en la vida diaria de los vecinos de l'Alquerieta que sufren robos, amenazas, conviven con el tráfico de drogas y con continuas infracciones de las ordenanzas municipales. Algunas de las más llamativas son la presencia de animales, caballos o gallinas, que andan sueltas por la vía.

Hechos que pese a no ser denunciados son conocidos por el Ayuntamiento de Alzira ya que sólo hace unos días, la Policía Local tuvo que intervenir al haber un equino suelto y sin vigilancia comiendo hierba junto a la rotonda de acceso a la ciudad. Una situación que no es aislada y que puede generar accidentes además de suciedad en las calles a causa de las heces.

Precisamente, la falta de salubridad en algunas viviendas es otro de los inconvenientes con los que conviven a diario los vecinos.

Hace sólo unas semanas una vivienda que se encuentra abandonada sufrió un incendio ya que es utilizada por algunas personas como lugar para consumir drogas. Colchones y basura se pueden observar desde los huecos donde antes había ventanas. Una casa, a merced de los vándalos, en la zona baja del barrio que es sólo una muestra de la problemática de l'Alquerieta.

«Llevamos un año avisando al Ayuntamiento sobre esta casa pero no se ha hecho nada», lamentan los vecinos que tienen miedo a que el próximo incendio pueda causar daños personales.

Por ello, solicitan a las autoridades locales que realicen más actuaciones en el barrio para frenar su degradación e intentar que la convivencia no sea tan complicada. La situación se ha vuelto tan insostenible que los últimos presidentes de la asociación de vecinos han tenido que abandonar la barriada ante los problemas que les ha generado denunciar las irregularidades que ven día a día.

«Ahora sólo quedamos unas pocas personas mayores que vivimos aquí toda la vida y tenemos miedo a decir lo que pasa porque luego se enfrentan a nosotros», comentan de forma anónima algunas personas de l'Alquerieta.

El valor de sus viviendas se ha desplomado y no pueden irse a otro sitio por lo que tienen que aguantar un ambiente hostil e inseguro en sus propias casas.

Estos alcireños se sienten abandonados ya que no se tienen en cuenta ninguna de sus propuestas para intentar reducir la marginalidad de esta zona. El Ayuntamiento de Alzira lo que tiene previsto es poner en marcha el nuevo retén de la Policía Local que se ha ubicado junto a l'Alquerieta con la intención de disuadir a los delincuentes y poder actuar de forma más rápida. Un cambio que los afectados consideran insuficiente.