Cerca de 300 bomberos recorren las calles de Valencia para exigir la dimisión de la dirección del Consorcio

Los bomberos del Consorcio Provincial de Valencia continúan con sus protestas. Esta mañana cerca de 300 efectivos han recorrido las calles del centro de Valencia para pedir la dimisión de la actual dirección nombrada por Compromís.

La protesta ha comenzado con una concentración ante la sede de Compromís. Allí los bomberos han coreado gritos de protesta, especialmente 'Compromís no complix«, lanzado petardos y aplaudido en numerosas ocasiones. Media hora después se han desplazado ante la Diputación de Valencia, donde estaba reunido el pleno, y alla han continuado exteriorizando su malestar.

Los trabajadores del Consorcio empezaron sus protestas el pasado 19 de octubre. Casi un mes después, según explicaron fuentes sindicales, no han conseguido que la presidenta del Consorcio y vicepresidenta de la Diputación, Maria Josep Amigó, ni nadie de la actual dirección les ha recibido para escuchar sus peticiones, según han manifestado fuentes sindicales.

Las mismas fuentes han denunciado que «la dirección no tiene un programa claro y llevamos cinco años de promesas incumplidas. Una de sus principales demandas es la falta de personal. Han señalado que un estudio de la Universitat de València cifra en 150 los efectivos necesarios para hacer frente a las actuales necesidades. Han recordado que en las condiciones actuales no se pueden atender dos incendios de forma simultánea.

Han señalado que durante la gestión de Compromís se ha pasado de 22 interinos a 150 en apenas cinco años y han destacado el «incumplimiento continuo» por parte de los responsables del Consorcio. En este sentido, las entidades convocantes han denunciado que tampoco se está aplicando la carrera profesional pese al acuerdo alcanzado por la empresa en marzo del año pasado.

Otra de las reivindicaciones del colectivo es que el centro de control de comunicaciones no tiene unas condiciones adaptadas al siglo XXI. Seis o siete personas por turno se agolpan en unas dependencias diminutas con goteras y muy precarias. «Nos han prometido varias veces que van a cambiar la ubicación, pero son ya 28 años esperando», ha explicado Olga, delegada de UGT.