Bronca entre Rovira y Compromís: del «ventilador de porquería» a la «violación de menores»

La tensión se intuía, aunque enmarcada en un contexto habitual en sede parlamentaria. A las críticas de la oposición por el convulso inicio de curso y el recorte de las partidas de construcción de colegios el conseller ha replicado denunciando «un plan premeditado (de los anteriores gestores) para que todo saliera mal» y poniendo sobre la mesa los más que discretos datos de ejecución de Edificant, el programa de construcción de colegios ideado por el Botánico que año a año se presupuestó muy por encima de la realidad.

Incluso ha estado mordaz criticando que sí se pisó el acelerador días antes del cambio de gestores, cuando la anterior consellera Raquel Tamarit estaba en funciones y aprobó los proyectos escolares que favorecían a once localidades gobernadas por la izquierda, como ha adelantado LAS PROVINCIAS. «Han firmado más cosas en funciones que gobernando», ha ironizado el conseller.

La comisión ha saltado por los aires en las réplicas. Rovira ha dicho que al Botánico «le importaba un pito» la calidad de la educación porque se centraba en la ideología, en relación a la Ley de Plurilingüismo, afirmación que no ha gustado al portavoz de Compromís, Gerard Fullana, que le ha afeado las formas -«vuelve a ser un conseller de barra de bar»-, antes de rechazar que les dieran lecciones sobre infraestructuras educativas «cuando estuvieron con personas que hicieron desaparecer mil millones de las arcas de Generalitat para construir colegios», matizando justo a continuación que se refería a sobrecostes, en referencia a la causa judicial que pivotó sobre Ciegsa y que fue archivada el pasado julio. «Usted estaba ahí, (se entiende que en el partido) pero no sé dónde miraba. ¿Sabría decirnos dónde están esos millones?», le ha espetado a Rovira.

Fullana también ha tirado hacia Beatriz Gascó, la portavoz de Educación del PP, aludiendo a que resultó salpicada al ser acusada de cobrar un salario de la empresa pública tras ser contratada por una ETT aunque sin acudir a la sede, pues realizaba su labores desde la Conselleria de Educación. Y por último ha señalado a Antonio Galváñ, «condenado por corrupción política en el caso IFA (pagos particulares con dinero de la caja fija de la institución ) y que ustedes han vuelto a poner en primer fila (es el secretario autonómico de Empleo)».

«Es un difamador profesional, hay que llamarle por su nombre», se le ha escuchado a Rovira a continuación, casi coincidiendo con el momento en que Gascó pedía la palabra por las alusiones del diputado nacionalista, que casi inmediatamente ha denunciado que el conseller le ha llamado «sinvergüenza mirándome a la cara» y alegando que el caso estaba en los tribunales y que había un sobrecoste.

El presidente de la comisión, el socialista Toni Gaspar, ha intervenido para pedir «que se respete a la mesa» y defender que «todo el mundo tiene derecho a hablar, pero que las formas son muy importantes». Y le ha dado la palabra a Gascó, que ha sido muy dura.

«Entiendo que en la Diputación de Alicante tenía que hacer del circo una cuestión permanente para tener su minuto de gloria, pero que sepa que aquello de 'calumnia que algo queda' no le va a servir», ha empezado, para recordar a continuación que cuando el exconseller Vicent Marzà hizo unas insinuaciones similares en sede parlamentaria le retó a «llevarla al juzgado», yéndose ella «a casa» si se probaba su relación con el caso y dimitiendo él en caso de que no saliera nada. «Nunca más volvió a sacar el tema», ha añadido, antes de defender su honorabilidad -«solo me he dedicado a trabajar»- y destacar que «no pueden coger una causa judicial en la que por cierto no se ha encontrado nada para poner el ventilador y emponzoñar». «Lo que hacen desde Compromís es basura», ha añadido. Por último, le ha retado a realizar las mismas afirmaciones fuera de Les Corts, sin inmunidad parlamentaria, para «tener las herramientas penales para poder denunciarle».

El lío ha continuado cuando Fullana ha pedido a continuación la réplica por alusiones, en teoría únicamente dirigida a Rovira por lo de «sinvergüenza», pues en base la reglamento de Les Corts no podría dirigirse de nuevo a Gascó. Esta ha dicho ella no había escuchado el improperio y se ha preguntado si estaba grabado en el diario de sesiones, a lo que Toni Gaspar ha apuntillado que todos los asistentes «lo han escuchado perfectamente», accediendo a la réplica pedida por Fullana.

«Es impropio de un conseller insultar al portavoz del grupo de la oposición, una falta de respeto, por las afirmaciones que he hecho sobre Ciegsa, cuando desaparecieron mil millones que nadie saber dónde han ido a parar y cuando usted ha faltado el respeto a los anteriores gestores», ha comenzado, en referencia a las polémicas ya citadas en relación a Edificant. También se ha dirigido a Gascó (no podía, por lo que el PP ha anunciado una queja formal a la mesa), preguntándole si trabajaba en la conselleria o en Ciegsa y con quién estaba contratada. Por último, ha pedido a Rovira que se disculpara por lo de «sinvergüenza».

La última intervención ha correspondido al conseller, que ha hablado del «plan premeditado» para contestar a las nuevas acusaciones de la oposición sobre el caos de las adjudicaciones y los problemas con el transporte escolar, para dirigirse a continuación a Fullana, que antes había cuestionado los datos facilitados sobre la ejecución de Edificant. También ha aprovechado para contestar a sus insinuaciones en relación a los casos de corrupción en el PP . «Dice que los datos son falsos cuando son datos oficiales de ejecución. Es usted un ventilador de porquería y es conocido por ser un ventilador de porquería. Asimilarme a posibles conductas corruptas de un compañero de partido, cuando defiendo que se le juzgue y condene si es el caso, es como si yo dijera que por ser del partido de Mónica Oltra es usted un violador de menores, y jamás se me ocurriría hacer eso», ha concluido.

Las últimas palabras han sido de Toni Gaspar, que tras cerrar la comparecencia ha pedido a los diputados «que no tomen café». «Es Fullana, es un difamador profesional», se le ha escuchado a Rovira justo al final.