Dos heridos al hundirse un techo junto a la cafetería del hospital Arnau

Casi veinte metros cuadrados de escayola, parte del techo interior del Hospital Arnau de Vilanova de Valencia, se precipitaron en la mañana de este martes sobre el suelo de una de las zonas más concurridas del centro. Este desprendimiento de una parte del falso techo del hall principal produjo dos heridos leves, un varón de 72 años y una mujer de 30, que tuvieron que ser atendidos en Urgencias, y que fueron dados de alta unas horas después, según Sanidad.

Rápidamente, la dirección del cento emitió las indicaciones oportunas para garantizar un acceso seguro desde la calle hasta los ascensores, el hospital de día y la UCI. Asimismo, se cerró el paso a la cafetería, la capilla y los aseos. Se procedió después a la instalación de un nuevo techo desmontable, lo que ha requerido realizar trabajos de aislamiento con una burbuja provisional de paso del resto del hall, así como proceder a derribar los techos actuales. Desde la Conselleria de Sanidad de la Generalitat Valenciana han asegurado que «las obras no van a influir ni en el funcionamiento del centro ni en la seguridad de los usuarios y profesionales».

Por su parte, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI-F), mostró su preocupación por el incidente, sobre todo ante el hecho de que la zona afectada pertenezca a una parte del hospital reformada en 2018, es decir, de forma muy reciente. El sindicato advirtió, además, de la falta de revisión de las instalaciones, así como de la ausencia de prevención. «Si esto ha ocurrido en una zona renovada, el deterioro puede ser mayor en otras más antiguas y deterioradas», manifestó en un comunicado. El CSIF pidió, así, garantías de que no se va a producir otro incidente similar, aunque reconoció la rapidez y diligencia de actuación del centro.

El sindicato señaló, además, la necesidad de investigar el estado del techo, para profundizar en las causas del desprendimiento. Respecto a los posibles motivos del incidente, la Conselleria de Sanidad manifestó ayer que de la observación de los restos «se puede deducir que no había agua» en el falso techo, por lo que es posible atribuir el desplome a la rotura de alguna de las estopas que lo sujetan. Asimismo, indicó que la previsión es terminar las obras en el plazo de una semana.

Por ahora y para aumentar la seguridad de la zona, se han colocado cables de acero por el borde de las placas y plástico para tapar el hueco del techo desprendido, así como para evitar el paso de polvo.